La Isla De La Salvacin cp 6
Publicado en Mar 15, 2014
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                                                             Un Nuevo Hogar
        Horas más tarde, Con un fuerte cansancio y con grandes gotas de sudor que se resbalaban por nuestros rostros y sienes llegamos a una extraña montaña. En cuya cima se visualizaba un misterioso castillo, el mismo estaba construido casi sobre la nada, ya que esta tenía un pico muy elevado y puntudo, y era imposible construir algo sin que se desplome. Sin embargo la bruja había logrado levantar aquella obra de arquitectura sin dificultad y padecía que nada la desplomaría.
         Salvahumalapi nuestro guía por aquella tierra tan misteriosa mirándonos con actitud sería nos dijo que para llegar al castillo de aquella bruja tan malvada y tonta, así poder espiarla y saber cómo se organizaba su ejército. Debíamos escalar aquella montaña, pero como lo haríamos sin morir en el intento por la gran altura de la misma. Esa pregunta corría por nuestras mentes como los maratonistas lo hacen por las pistas de atletismo de todo el mundo, además del interesante interrogante que se nos había formulado desde que llegamos a ese tan inclinado lugar.  Como había hecho la bruja para construir su hogar allí. Ese interrogante tan curioso recorrió cada rincón de nuestra mente.
       Mientras tanto aquel bienintencionado ser nos equipaba para la hazaña que significaba ascender por aquella colina. Sin morir por el fuerte frío y la deficiencia cada vez mayor de oxígeno, y nos proveía de grandes cantidades de agua, mi hermana mientras se preparaba me miró con esperanza y optimismo y me dijo
-          Joaquín, hermano de mi alma sé que lo lograremos, por más difícil que sea, y una vez arriba conseguiremos la información necesaría para derrocar a la bruja.
-          Si, pero será difícil, pero confió en que lo lograremos, respondí más confiado que nunca.
Mientras la lluvia continuaba y formaba profundos charcos en el terreno, que nos complicaban la marcha por aquella tierra, además causaba pozos en el suelo que rodeaba aquel paisaje, y padecía que nada la detendría. Solo un milagro haría que el sol invadiera una vez más aquel cielo, y alegrara el clima que circundaba aquella isla tan bella y que nos salvaría la vida dentro de unos años.   
Una vez que estuvimos listos, colocando los pies en una zona alta comenzamos el ascenso. Mi novia por su conocimiento en geología decidió tomar la delantera y nos iba diciendo donde era seguro pisar, evitando derrumbes y posibles caídas fatales. Mientras subíamos la temperatura comenzó a bajar y un frío abrazador invadió nuestros cuerpos, pero no nos dimos por vencidos, lograríamos nuestro cometido sin importar los riesgos.
Vegetales puntudos nos sorprendieron en aquel suelo que no pensábamos pisar justo ese día, estos nos causaron heridas en los pies. Por lo que un dolor punzante se apoderaba de nuestras piernas, y nuestra vista era obstaculizada por la bruma que aquel cordón montañoso despedía cada aproximadamente 5 minutos.
Varias horas más tarde, llegamos a la cima, en donde con la mirada pudimos distinguir un gran castillo de formas extrañas entre ellas una puerta redondeada pero con puntas en algunas partes, entre los miles de vegetales que lo rodeaban. Alegres por haber llegado a donde debíamos, los cuatro unidos nos dirigimos al gran bosque que tenía el castillo como patio. Desde allí ocultándonos detrás de unos árboles de forma extraña, ya que tenían los troncos rectangulares y las ramas gruesas y de colores muy raros en vez de elevarse caían en nuestros pies. Escuchamos la conversación que tenía la bruja con su reducido ejército de destrohumans, ella con un lenguaje muy precario y poco entendible les decía
-          Debemos matarlos, no importa cómo, aunque sean pocos, YO sé qué lo podrán hacer, por favor no me defrauden, usen las armas más viejas que tienen, ellos no las conocen, por lo tanto no podrán contratacar fácilmente, ataquen por el frente.
 Escuchar esas palabras tan mediocres, hizo que nos demos cuenta que corríamos con una gran ventaja, nuestra inteligencia y nuestras armas súper modernas nos facilitarían el trabajo. Sin embargo, había algo que nos faltaba, nosotros tres no teníamos entrenamiento militar y de combate, pero como los salvihumans eran expertos en todo esto. Solo debíamos acompañarlos y ellos nos ayudarían con el resto.
Salvahumalapi leyéndonos el pensamiento nos acompañó por un  camino angosto y cuando estábamos muy lejos de allí, nos dijo mirándonos a los ojos
-          No se preocupen nosotros lo acompañaremos, pero aun así deben recibir un poco de entrenamiento militar, mañana entrenaremos toda la mañana, así estarán listos para la próxima semana, cuando será la gran batalla de la bruja.
-          Okey, no hay problema, estoy dispuesta a cualquiera cosa, contad de evitar que los maten,  además quiero prepararme no quiero que nos sorprendan. Aunque sabemos que con la poca inteligencia que tienen difícilmente los puedan sorprender, comento mi hermana, mientras mi novia la miraba felicitándola por su actitud.
     Después de esa corta conversación,  Salvahumalapi nos condujo por un angosto pero hermoso camino de flores perfumadas que enamoraron a mi novia, quien hizo arrancar algunas y llevárselas. Mientras caminábamos por allí, el ser que nos llevó nos dijo que nos llevaría a nuestra futura casa, y que allí dormiríamos para descansar y preparamos para el entrenamiento del siguiente día. Solo unos momentos más tarde llegamos a una obra arquitectura poco común, de tres pisos, chimenea, y paredes amarillentas nunca antes  vistas para nosotros.
         En el patio de esa vivienda tan linda, nos esperaba una sorpresa que no nos esperábamos. Un caballo azul, otro verde y un dálmata, nos esperaban amarrados a una de las columnas que aquella casa tenía en sus vértices, el ser mirándonos con alegría nos dijo
-          estos los usarán para luchar en la batalla con la bruja, ya están entrenados y listos, por favor cuídenlos, mañana los usaremos para entrenar.
-          Buenísimo, nos encantan, podemos montarlos un rato, son espectaculares, amo a los animales. Comento mi hermana encantada por aquella sorpresa que aquel ser tan generoso nos tenía preparada.
-          Claro, pero con cuidado, no deben lastimarse ni cansarse demasiado, respondió Salvahumalapi, mientras los tres equinos se alimentaban de los matorrales que se habían criado alrededor de aquella vivienda que nos serviría de refugio mientras estemos en aquella isla.
La alegría por el encuentro con los animales invadió nuestra alma, lo que hizo que saladas lágrimas se resbalen por nuestros rostros y fuertes carcajadas sean emitidas por nuestras voces. Además aquella casa era demasiado linda para nosotros, no esperábamos que nos hayan preparado algo así. Mientras montábamos esos animales tan dóciles, el sol comenzaba a ocultarse. Un frío abrazador y una profunda oscuridad se apoderaban de aquella azulado paisaje marino.
Horas más tarde cansados por todo lo que habíamos hecho ese día. Dejamos los caballos en el patio, y decidimos entrar adentro, donde grandes salas con calefacción y todo tipo de comodidas nos esperaban,  además un gran banquete nos sacio la fuerte hambre que sentíamos, hecho esto cada uno se retiró a sus amplias habitaciones, donde el sueño nos venció en pocos minutos.
Al día siguiente yo y mi dos seres queridos nos levantamos muy temprano después de disfrutar de un profundo sueño, que nos permitió recuperarnos de lo que había significado para nosotros visitar aquel castillo y escalar aquella montaña tan especial. Salvahumalapi nos dijo durante  un suculento desayuno que tomamos en la sala que nos dirigiríamos a un extraño bosque donde grandes árboles nos servirían de blanco para nuestro entrenamiento. 
Mientras unos manjares nativos de la isla nos sacaban el hambre que nuestro organismo sentía, aquel ser nos dijo cómo sería el entrenamiento y cómo lo haríamos. Cuando ya habíamos consumido todo la abundante comida que él nos dio. Montamos nuestros caballos, y galopando a gran velocidad seguimos al gran caballo que Salvahumalapi tenía nos fuimos a entrenar, en lo más profundo de la isla.
Cuando su equino se detuvo frente a un gran bosque de fresnos, y otros grandes árboles. Nos bajamos de nuestros animales, y allí él nos dio las modernas armas, cuyas características nos sorprendieron, y nos explicó cómo usarlas. Mientras un sol radiante calentaba el suelo que rondaba a todos los vegetales que usaríamos como blanco, y alegraba nuestra alma.
 Mi hermana decidió comenzar con los tiros al blanco, la sorpresa nos invadió al ver la gran puntería que tenía y lo fácil que le resultaba pegarle a cualquier cosa que tenga delante, luego yo y mi novia decidimos intentar, no nos fue mal pero tampoco tan bien como a Micaela, quien fue felicitada por el salvihuman que nos estaba preparando.
         El entrenamiento se extendió por toda aquella semana, hasta que llegado el viernes teníamos ya la preparación que necesitábamos para derrotar a la bruja que pretendía destruir a quienes los salvarían de sus garras dentro de unos años. Felices por saber que estábamos listo para la batalla, nos dirigimos a nuestra casa, esperando aquella guerra que se desataría días después. La cual sabíamos que para nosotros sería un desafío, pero por el entrenamiento que teníamos, sabíamos que lo superaríamos.         
 
 
 
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Foto del autor Juan Pablo Pites
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Descripción

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Palabras Clave: hogar nuevo un

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fantasa



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