Mirate y escucha como plasmas tus palabras,
Palabras que insultan, dañan y ladran,
Ladran hasta rasgar tu garganta,
Garganta que sacan frases saladas,
Saladas como el aliento a caca,  que sale de tus carcajadas,
Carcajadas que te saldrán caras, por tus palabras desvergonzadas y que no dan cara.
 
Ser humano sin pudor ni ningún respeto,
Respeto que se gana con humildad y sincero,
Sincero con mis sentimientos y deseos,
Deseos que anhelan el bienestar y la paz,
Paz que rasgas con tus palabras malas,
Malas como balas, dispuestas ha hacer daño al que no te hace nada.   
 
Malvada, como no te da la cara para mirar a un espejo,
Espejo con reflejo a verdad, realidad que te muestra que no tienes superioridad.
Superioridad que no te queda, como las infieles que visten de blanco, y las gordas que lucen falda y taco alto.
 
Mi consejo es que deja la ironía, y de escupir al cielo,
Cielo donde te observa el padre nuestro,
Que te mira  y se avergüenza desde los cielos hasta el silencio,
Silencio que tendrás que considerar,
Para moderar tus palabras, en la próxima vez al hablar.
 
 
Maldita Satira.