Castle Dietrich
Publicado en Oct 21, 2013
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Días como esos no hubo muchos en el castillo, el clima era frio debido a que el otoño terminaba, pronto la nieve cubriría las montañas y los árboles de Baviera.
La cena estaba preparada y Bluma, la ama de llaves, llamó a las habitaciones para que bajáramos.
Al iniciar la cena un joven de la guardia llegó y avisó a mi padre que ‘‘él’’ había llegado, mi padre se levantó y fue a recibirlo, mientras Bluma colocaba otro juego de cubiertos le tomé del brazo y pregunté:
-¿Qué sucede? ¿A quién recibe mi padre?
-oh, señorita se trata del nuevo tutor de Dagna y Garin.
-a... ¿Y para Gretchen? ella también necesita un tutor ¿no crees?
-bueno, ella tiene dieciséis años y su padre cree que usted puede seguir instruyéndola.
-claro Bluma, ya hablaré yo con él, gracias.
Dagna y Garin eran mis hermanos menores, él tenía seis años y ella siete, ellos necesitaban un tutor, ya que mi madre me había instruido a mí de pequeña pero hacía cuatro años había muerto, y yo ya enseñaba a Gretchen, ella era una jovencita muy dulce, resultado de una relación fuera del matrimonio de mi tío, mi tía no quiso hacerse cargo de ella cuando su madre murió y él pidió a mi padre que le diera cabida en el castillo para que ella no creciera sola en un internado, mi padre aceptó con la condición de que si ella quería irse él no la detendría. Gretchen tenía ojos verdes y su cabello era de un tono rojo pero tenue, desde niña tuvo gran interés por el ballet, su madre había sido bailarina y ella lo había heredado,  mientras yo tocaba el piano ella mezclaba con el aire su frágil cuerpo, tenía un gran talento, pero solo lo hacía a solas, no le gustaba que nadie la viera aparte de mí, pero ella era feliz de esa manera así que nunca insistí en que tomara clases con un tutor de danza. Y las dos compartíamos eso, ya que yo solo tocaba el piano frente a ella; desde que murió mi madre las dos nos volvimos inseparables, pues la miraba también como mi hermana, ella llegó de ocho años al castillo y de inmediato me vio cómo de su familia, pues al igual que mi padre, mi cabello es castaño, a diferencia de mis hermanos que heredaron el cabello dorado de mi madre, y mis ojos azules, somos un poco parecidas ya que ella a veces actúa de la misma manera que yo, y nos identificamos por la pérdida de nuestras madres.
Mi padre regresó, y tras él un joven de tez blanca, casi pálido, de cabello oscuro y ojos azules, levantó su rostro y me miró, intente sonreír pero no pude, sus ojos me habían dejado paralizada, él sonrió, todos nos levantamos de la mesa para saludar.
-es más joven de lo que pensé- dijo Dagna.
Mi padre rio un poco:
-sí, lo sé pero fue el único que estuvo dispuesto a venir y vivir aquí.
-¿en serio?- dijo Gretchen, mirándolo.
-así es.
-y… ¿Cuál es su nombre?- me dirigí a él.
-soy Derrick Adler.
-muy bien Derrick, este es el momento de la cena, cuando terminemos Bluma te mostrara tu habitación, mañana comenzara tu tarea, será por las mañanas, y tendrás la tarde libre. Puedes pasear por el castillo y el jardín, pero si sales al pueblo o al bosque tendrás que avisarme, porque la guardia es especial y no queremos que te desconozcan.
-no se preocupe señor Dietrich, no tengo nada porque salir a menos que usted me lo pida.
-muy bien, comencemos.
Él era un joven alegre, todos estuvieron riendo durante la cena, incluso mi padre, y yo solo comía mirándolos, la cena acabó y cada quien subió a su habitación, dejé a Gretchen en la suya y me dirigí a la mía, caminé por el pasillo, no pude evitar ir al salón de mi madre, quería oler su perfume nuevamente, y tocar un poco el piano para ella, entré, todo estaba oscuro, encendí el candelabro pero la luz era muy tenue, a tientas alcance el piano, me senté y comencé a tocar algunas notas al azar, de pronto la puerta se abrió, me levanté en seguida, creí que era papá y que me mandaría  a mi cuarto porque era un poco tarde, pero no, era él, nos miramos por unos segundos y dijo:
-¿Por qué has dejado de tocar?
-ya es tarde- dije con una voz muy baja.
Él se acercó a mí, jamás me había sentido más incómoda que en ese momento, jamás había estado sola con un hombre, y él me hacía sentir rara, como si mi cara estuviera ardiendo de vergüenza.
-¿puedes tocar un poco más, para mí?
-no puedo…
-¿Por qué?
-jamás he tocado para alguien más que para mi madre y mi prima.
-ah… pero solo un poco, unas notas, te prometo que nadie lo sabrá…
Por alguna extraña razón me sentía obligada a hacerlo, me senté de nuevo, comencé a tocar el piano suavemente, como si mamá estuviera allí, estaba tan concentrada en el piano  que no me di cuenta de que élhabía abierto las puertas que daban hacia el balcón, un aire helado entró, alcé la vista y él estaba mirándome, miré el piano pero no pude continuar tocando, me levanté, cerré el piano, miré hacia el balcón y el continuaba mirándome:
-¿Por qué estás tan nerviosa?
-e… es solo que…
-¿Qué pasa?
Él salió al balcón, y yo me quede mirándolo, no sabía que era lo que me pasaba pero el estar con él me provocaba miedo, pero por otra parte quería seguir mirándolo.
-la lluvia esta por caer, sabes en el pueblo las montañas se ven tan lejanas y aquí están tan cerca que siento que si me esfuerzo un poco podré tocarlas.
-¿Por qué dices eso?
-es cierto, están muy cerca, ¿no las ves?…
-hablo de la lluvia, ¿Por qué dices que lloverá si la luna está brillando?
-ah… es solo que en el aire se siente, cada que el aire se vuelve más frio la lluvia está más cerca… ven acércate, desde aquí se mira todo el pueblo, bueno las luces…
Camine lentamente hacia el balcón, hacía mucho tiempo que no estaba allí, recordaba los días en que mamá se sentaba a mirar los atardeceres que salpicaban con chispas escarlatas sus ojos, mientras yo la contemplaba.
-¿es hermoso verdad?
-por supuesto que lo es, recuerdo que cuando era niña, mi madre y yo jugábamos a unir las luces…
-¿en serio?
-si, en realidad los momentos junto a ella eran muy especiales, ya que ella siempre estaba enferma y cuando estaba así ella no quería que yo la viera, ella quería que yo creyera que era una mujer fuerte, y lo era, solo que a su manera.
-siento mucho que ella ya no este contigo.
-yo igual, pero eso no debe acomplejarme, trato de ser fuerte por ellos, por papá, por mí.
-pero no es necesario, cada quien lleva su dolor consigo…
-lo sé, pero pienso que si ellos me ven fuerte se sentirán menos mal.
-comprendo, si yo tuviera hermanos también haría eso.
No sabía porque le estaba diciendo todo aquello, él era un extraño, y además había llegado a enseñar a mis hermanos no a consolarme:
-iré a dormir, ya es tarde, supongo que ya le mostraron su habitación.
-así es, buenas noches Ava.
-buenas noches.
Salí del salón y me dirigí a mi alcoba, entré, cerré la puerta y ahí fue que me di cuenta de que en ningún momento yo le había dicho mi nombre, ni en la cena, ni en el salón ¿Cómo era entonces que lo sabía? Decidí dormir, ya mañana lo averiguaría.
El día siguiente mientras Gretchen y yo estudiábamos un poco de la historia del país, un sonido recorrió el castillo, era un sonido hermoso, la lluvia, como Derrick lo había dicho, y ahora estaba ahí, nos levantamos y miramos por las ventanas, Derrick y los niños estaban en el jardín jugando con la lluvia:
-siento envidia, un poco.- dijo Gretchen sonrojada.
-¿en serio?
-sí, se miran tan alegres.
-lo sé, ¿quieres bajar?
-en realidad sí, pero no quiero ensuciar mi vestido.
-ni yo, pero bajemos tan siquiera a verlos.
-sí.
Bajamos a la mesa de té del castillo, Gretchen los observaba, veía en ella el deseo de correr y de gritar al igual que ellos, sin embargo se reprimía, al igual que yo, no podía ser que fuéramos tan tímidas, tomé a Gretchen del brazo y salí a la lluvia junto con ella, en segundos nos empapamos, ella me miró y en seguida corrió hacia donde estaban los niños, veía como jugaba con ellos y Derrick me observaba, lo miré pero en seguida volteé la vista hacia las montañas, me quedé mirándolas, se veían tan hermosas, como él había dicho tan cerca como para poder tocarlas, caminé un poco alejándome de ellos, miré un pequeño pájaro que había quedado atrapado en un árbol, lo tomé entre mis manos:
-eres tan pequeñito- le dije.
-así es… - me asuste muchísimo al creer que el pájaro me hablaba, pero era Derrick –perdón, no quería asustarte.
-no importa- le dije mientras dejaba al pajarito dentro de un tronco seco – creí que estabas con mis hermanos.
-se quedaron con Gretchen…
-oh, ¿pero no estas enseñándoles?
-sí, pero insistieron en bajar, ¿crees que hice mal?
-no… yo también bajé con Gretchen. Hacía mucho que ellos no se veían como hoy…
- ¿en serio?
-sí, de hecho ni siquiera yo…
-oye Ava ¿Por qué en esta casa hay tanta tristeza, es acaso por tu madre?
-probablemente, somos una familia llena de tristezas…
Le conté de mi familia, de Gretchen, hasta de la historia de Bluma, ella era la más afectada en nuestra casa, llego hacia cinco años cuando ella tenía veinte, pero parecía mayor, alguien la habían dejado fuera del castillo después de haber abusado de ella, estaba llena de tierra y también muy golpeada, papá la había ayudado, mientras que mamá la había enseñado a leer y escribir, desde entonces ella quiso hacerse cargo del castillo, en agradecimiento a ellos, más que una ama de llaves nosotros la veíamos como una hermana mayor.
-me parece que tu familia es muy noble Ava…
-así parece, pero dime ¿Cómo es que sabes mi nombre?
-bueno a un joven de veinte años le encantan las historias…
-tienes… ¿tienes veinte años?…
-así es…
-yo creí que eras mayor… como puedes estar tan preparado para enseñar a mis hermanos si solo tienes veinte años…
-desde que cumplí siete años mi padre me envió a un internado, hace dos años me dejo volver a casa ya que él estaba muy enfermo, y murió hace un mes, yo le había prometido cuidar a mi madre, pero ella murió el día que tu padre bajo al pueblo a buscar un maestro, decidí venir aquí para olvidar todo eso, tu padre me hablo de su familia, incluso me hablo de Bluma, sé tu nombre porque era el de mi madre…
-siento mucho lo que ha pasado…
-no , no te preocupes, sé que mis padres tenían que irse algún día, y no creas que no los extraño, lo que pasa es que mi amor por ellos es algo frio, ya que viví tanto tiempo en el internado que jamás tuve tiempo de verlos, ellos jamás iban a verme y en el tiempo libre me mandaban de viaje a América con mis tíos… podría decirse que toda mi vida he estado solo, y llego al castillo y me encuentro rodeado de gente, me siento feliz aquí…
-me alegra mucho…
Así que por eso sabia mi nombre, en verdad él no se veía triste por la muerte de sus padres, mientras yo aún a veces lloraba por mi madre, como podía ser tan frio, pensaba yo.
-¿estás bien?
-sí.
-bueno entremos al castillo, llevemos a los niños para que no se resfríen…
Entramos al castillo, Bluma nos esperaba en la puerta con uno de sus gatos:
-entren su padre está ya en el comedor.
-pero Bluma estamos empapados- dijo Dagna.
-pero… pueden ir y cambiarse rápidamente, su padre entenderá… iré a hablar con él.
-gracias Bluma.
Subimos a toda prisa, cuando iba bajando Derrick me estaba esperando en las escaleras:
-sabes, tenemos la tarde libre ¿podrías mostrarme el castillo?
-por supuesto…- a pesar de que estar con él me resultaba incomodo por alguna razón quería estar a su lado.
Bajamos a comer, después subí a mi cuarto para peinarme ya que con la lluvia, mi cabello era un desastre. Terminé, abrí la puerta, salí y caminé por el pasillo, levanté la vista y miré a mamá en medio del pasillo, sonriente, como si me estuviera esperando, me quedé mirándola, no podía ser, ella estaba muerta, ¿qué hacia allí? Desapareció y me desvanecí.
Desperté en los brazos de Derrick, quien me llevaba por las escaleras hacia mi alcoba acompañado de mi padre, me recostaron en mi cama, miraba a mi padre pero no podía hablar:
-¿Qué pasa Ava?
-aah…a… a… ma… mamá…
-¿Qué pasa con tu madre?
-¡la vi! La vi papá estaba en el pasillo.
-¡Ava tu madre está muerta!
-la vi, lo juro…
-Ava, ya habías pasado por esto cuando eras más pequeña, pero ahora debes olvidarlo, Derrick por favor quédate con ella, trata de calmarla mientras traigo al doctor del pueblo…
-claro señor Dietrich.
Papá se marchó, sin creerme, y Derrick solo me miraba con lastima, estaba segura de que el también creía que estaba demente.
-vete…
-¿qué?
-vete Derrick, eres la última persona que creería en mi…
-Ava, comprende que para la mayoría de las personas es difícil creer lo que dices…
-tienes que creerme, la vi, parada frente a mí, sonriéndome, como si me hubiera estado esperando.
-¿y hablaron?
-no lo recuerdo…
Nos miramos unos instantes sin saber que decir, me sentía tonta con la situación:
-¿crees que ella tenía algo que decirte?
-¿qué?
-existe la leyenda que dice que cuando un muerto regresa es para proteger a los suyos…
-pero… ¿de qué habría de protegernos?
-no lo sé Ava… ya sabes que en Baviera todo puede pasar…
No entendí las palabras de Derrick en ese momento, tal vez porqueaún estaba aturdida por lo que había pasado, pero tenía que buscar a mamá, tenía el presentimiento de que algo pasaría y que solo en ella encontraría la respuesta.
Papá regresó con el doctor y Bluma llegó llorandoy diciendo que Garin tenía fiebre, fuimos lo más rápido que pudimos a verle, estaba en su cama con la cara pálida y los ojos perdidos, desde ese día cayó enfermo, cada día se le veía máspálido, poco a poco sus labios se volvían más oscuros y sus ojos se apagaban, después de tres semanas en cama mi hermano murió, el castillo se llenó de dolor nuevamente, Dagna no quería ni bajar a comer, Gretchen se encerraba en su alcoba rezando y llorando, mientras papá, Bluma y yo nos repartíamos el tiempo velándolo cuando Derrick se quedaba dormido a su lado.
El día de su funeral fue tan largo, todos estábamos tan tristes que ni siquiera el aire helado pudo impedirnos estar hasta el último segundo cerca de él, Bluma lloraba en el pecho de mi padre tan amargamente que no pudo voltear a ver cuándo bajaron su ataúd, Gretchen y Dagna cayeron de rodillas gritando que no lo bajaran, mientras Derrick y yo tratábamos de consolarlas, a lo lejos cerca de un árbol vi algo que se movía, era como una sombra, entre enun trance, por unos segundos no supe de mí , ni de nada a mi alrededor, solo escuchaba una voz suave, parecida a la voz de mi madre, diciéndome: ‘‘tienes que protegerlos’’
Desperté, todos me dijeron que me desmayé en el cementerio, mi padre estaba a  mi lado, con sus ojos hinchados de tanto llorar, con su mano fría sobre la mía:
-¡Ava! ¿Estás bien?
-si… solo estoy cansada papá…
Ahora sabía lo que debía hacer, debía buscarla en su tumba para tener respuestas, pero mi padre nunca me dejaría ir sola hasta ahí, tenía que convencer a Derrick de acompañarme, tenía que saber que era lo que mi madre realmente deseaba que hiciera.
Pasaron dos días en los cuales planeé como salir del castillo, hablé con Derrick sobre el asunto y aunque se opuso al principio decidió acompañarme para que no me pasara nada.
Ese día mi padre nos reunió en el comedor:
-he deseado que todos estén aquí… necesito informarles la decisión que he tomado… me hubiera gustado que Garin estuviera aquí, pero no lo hemos conseguido… sin embargo sabemos que donde quiera que esté el estará de acuerdo… hijas mías, Gretchen, señor Adler, he decidido tomar a Bluma por esposa… y espero que todos ustedes estén de acuerdo… nuestro casamiento será en una semana…
Miré a Dagna, ella miraba tiernamente a mi padre. Pero sabíacómo se sentía por dentro, él estaba a punto de cambiar la imagen de mi madre por la de Bluma y ella estaba tan aferrada a su recuerdo que comenzó a llorar, me levanté, la llevé a su alcoba y le dije que jamás podrían borrar la imagen de nuestra madre, que Bluma era una buena persona y que ella solo trataba de ayudar a nuestro padre, que todo iba a estar bien y que no llorara más. La dejé dormida, bajé y encontré a Derrick en las escaleras:
-¿tu cómo estás?
-mi padre tiene derecho a ser feliz, así que yo no puedo impedirlo.
Sonrió suavemente y regresamos a cenar.
Salimos del castillo cuando la guardia estaba en la cena, corrimos hasta la entrada del cementerio, buscamos la morada de los Dietrich, donde yacían algunos de nuestros familiares y donde ya no había espacio para ninguno más, abrí la puerta y arroje la llave asustada por un relámpago del cielo, intentamos buscarla pero no la encontramos, necesitaba encontrar la tumba de mi madre, recorrimos los pasillos hasta llegar a donde estaba, ‘‘sería más fácil si estuviera junto a Garin’’ pensé, pero él estaba arriba y nosotros caminábamos a tientas mientras trataba de recordar donde estaba el candelabro, a tientas lo encontré, lo encendimos y en ese instante,como un sueño, ella estaba ahí, Derrick me miro asustado y yo lo miraba de la misma manera, ¿Cómo era posible eso? Ella estaba muerta, y ahora después de años la tenía frente a mí, olvidé por un instante las ganas de abrazarla que tenía cuando murió, olvidé también las noches que había llorado para volver a verla y ahora que estaba ante mí no quería acercarme a ella por temor a que se desvaneciera. Corrí hacia ella pero algo me detuvo antes de llegar y poder tocarla, una especie de fuerza me impedía acercármele, miré hacia donde estaba Derrick pero una ráfaga de aire nos elevó a las dos, estaba asustada, de pronto el aire se calmó ella se acercó a mí y me tomó de las manos:
-Ava… te extraño tanto
No podía hablarle de lo sorprendida que estaba:
-regrese de las puertas de la muerte, debes poner atención a lo que te diré. Cada cincuenta años en Baviera se celebra el ‘‘Blutsauger Erwachen’’ las personas creen que solo es una tradición pero no es así Ava, debes proteger a tu familia, ese ser está muy cerca de ellos así que debes acabar con él… faltan solo 3 días…
-pero madre, ¿Dónde está?
-temo que eso no puedo decírtelo hija, pero está muy cerca de ellos, así que no permitas que les haga daño… mi tiempo aquí termino, debes realizar esto ahora por tu cuenta, tu corazón te guiará al ser maldito… adiós hija mía, se fuerte por favor…
Se desvaneció, mientras yo estiraba mis manos para retenerla, el aire violento me devolvió al suelo, desperté a Derrick y salimos corriendo del cementerio, cuando estábamos cerca del castillo divisamos a los guardias, entonces caminamos más lentamente y respiramos profundo para recuperar el aliento, los guardias se acercaron a abrir las puertas:
-buenas noches señorita, señor Adler, pasen.
-buenas noches
-deberían usar el carruaje señorita.
-sí, pero estaban en la cena y no iba a tardar mucho así que decidimos bajar al pueblo caminando…
-estamos para servirle.
-buenas noches.
-buenas noches.
Entramos al castillo, intentamos hacer el menor ruido posible, fuimos al salón de mamá para hablar de lo que había sucedido, le dije a Derrick de lo que me había hablado mi madre:
- ¿Blutsauger Erwachen? ¿El… el despertar del vampiro?
-sí, ella me dijo que todos lo veían como una celebración, pero que en verdad esa  noche despierta un vampiro, esto es real…
-pero Ava, solo es una tradición.
-no, tu dijiste que en Baviera cualquier cosa podía pasar, ella me lo aseguro, volvió para advertírmelo, así que debe ser verdad, pero debo saber quién es el siguiente en la tradición sino como podre protegerlos…
-seguro deben tener un registro de esto en algún lugar.
-si, en el salón de mi padre, ahí hay muchos registros, revisémoslos…
-pero, ¿cómo entraremos ahí?
-tiene dos puertas, una está en la alcoba de papá y la otra en desde el salón de estudio, entremos desde ahí, lleva el candelabro.
Subimos al salón de estudio, era tarde, cerca de la media noche, entramos y Derrick encendió el candelabro, buscamos la puerta, entramos tratando de no hacer mucho ruido, de seguro ya todos dormían y mi padre me mandaría a mi cuarto en seguida,  la luz del candelabro era muy tenue, apenas alcanzábamos a ver las altas columnas de libros sobre las mesas y los estantes a punto de estallar con tantos libros y papeles, Derrick encontró un registro de la ciudad buscamos sus tradiciones, encontramos el ‘‘Blutsauger Erwachen’’ este provenía de una familia antigua que había llegado a Baviera de Polonia a refugiarse de la Guerra de Sucesión, donde no solo se quería destruir al gobierno sino a todos los demonios de la familia Sutermeister, donde cada cincuenta años uno de los miembros se volvía vampiro, por mucho tiempo fueron perseguidos, habían quemado a todos los miembros, pero la hija mayor había huido del pueblo y no se sabía nada de ella, ese apellido me parecía tan familiar, en algún lugar lo había escuchado pero no sabía dónde, un ruido nos estremeció hasta helarnos la espalda:
-ven…Berit pequeño ven…
Bluma nos miró:
-¿Qué hacen aquí? su padre estaba tan preocupado, de que hubiera pasado algo…
-¿Por qué dices eso Bluma?
-fue a revisar las alcobas y no le encontró, pero ya le encontré y está con Derrick el cuida de usted, así que su padre no debe preocuparse ¿cierto?
-así es, solo subimos a asegurarnos de que la clase de las chicas mañana sea la correcta.
-el pequeño Berit me guio hacia ustedes, vamos a dormir todos ya.
Derrick escondió el registro bajo su saco, salimos y cada uno fue a su habitación, en la mañana continuaríamos.
Desperté, bajé al comedor con la familia, estaba demasiado ansiosa por seguir revisando los registros pero aún faltaba la clase de Dagna y Gretchen así que debíamos esperar. Cuando las niñas subieron, Derrick y yo nos quedamos en el salón, colocó el registro en la mesa y comenzamos a leerlo, había imágenes de vampiros antiguos y de seres que no parecían humanos, con cada hoja que dejábamos atrás me recorrían por el cuerpo escalofríos terribles, Sutermeister, ese apellido me parecía tan cercano, pero no sabía por qué, Bluma llego corriendo:
-Dagna se ha desmayado… vengan conmigo.
-vamos-dijo Derrick.
Llegamos al pasillo que daba al salón de mamá, mi padre tenía a Dagna entre sus brazos, la levantó y la llevó a su habitación, comencé a llorar temiendo que algo pudiera pasarle, algo como a Garin, me sentía tan desesperada, Derrick trajo al doctor, todos estábamos en el pasillo esperando que papá y el doctor salieran a decirnos algo, Derrick me llevó al salón de estudio:
-Ava cálmate, Dagna estará bien…
-No quiero que suceda lo mismo Derrick…
Lo abrace, no podía controlar mi llanto, solo podía imaginar a mi hermana sobre un ataúd al igual que Garin, ¿Qué estaba pasado? ¡Maldición! No podía entender qué demonios pasaba con mi familia, porque estaba tan maldita, mamá murió enferma, Garin murió enfermo, y ahora la pequeña Dagna estaba enferma y con todo lo del despertar del vampiro mis nervios no soportaron, me desvanecí, cuando desperté Dagna estaba a mi lado, como velando mi sueño, me levanté, la tomé de las manos y juré que la protegería siempre.
El doctor había dicho que Dagna debía comer mejor, estaba a punto de caer en anemia y su sangre estaba muy débil, me alegre tanto de saber que ella estaría bien, ese día fue el último de luz, después el sol de escondió y no volvió hasta la primavera, al atardecer Derrick y yo paseamos por el castillo tratando de encontrar una manera para descubrir al vampiro, faltaba un día menos y aun no teníamos ni idea de dónde buscar, todo parecía como un sueño, una historia de fantasía, quería saber cómo terminar con ella, pero si le decía a papá me diría demente o se burlaría de mí, llegamos a la torre del castillo, desde donde se veía todo, ese atardecer se llevaba con el mi espíritu, desee jamás haber ido al cementerio, pero no había más que hacer, debía protegerlos.
-¿estás bien?
-no lo sé… estoy asustada con todo lo que ha pasado…
-comprendo, pero no debes temer, yo te cuidare siempre, debes confiar en ti, pronto sabremos quién es.
-espero que sea lo antes posible…
Derrick me miraba tiernamente, pero yo no podía corresponder su mirada por todo el miedo que había en mí, me tomó de la mano, sonrió dulcemente y me regalo un abrazo, volvimos al castillo para la cena de compromiso de mi padre y Bluma, el castillo tenía velas por doquier y los carruajes llegaban uno tras otro, los amigos, la familia, la gente conocida y querida por mi padre estaban allí, entramos al castillo, Gretchen y Dagna estaban  en las escaleras, subí a mi habitación para recogerme el cabello, cuando bajé, mi padre anunciaba su compromiso, todos aplaudían mientras la mirada de Derrick llegaba a mí y volvía hacia Bluma, esas palabras estaban tan huecas en mi cabeza que se repitieron por segundos: ‘‘la señorita Bluma Sutermeister’’ ¡no era posible! ¡Era ella! ella sería la próxima, miré a Derrick con ganas de gritarle, el corrió hacia a mí y nos alejamos al pasillo, lejos se escuchaba el murmullo:
-no puedo creerlo…
-ni yo.
Nos mirábamos aterrados, mi padre estaba a punto de casarse con el demonio mismo, no sabía qué hacer, si se lo decía no iba a creerme:
-¿Qué haremos?
-¿cómo se destruye esta cosa Derrick? ¿Qué decía el registro de cómo acabar con él?
-se debía clavar una estaca de plata en su pecho, y después rociarlo con agua bendita que actuaría como un generador de fuego para incinerarle.
-¿Cómo conseguiremos eso?
-puedo ir al monasterio que está cerca, ahí debe haber agua bendita…
-claro, mi padre guarda estacas en el salón de armas, debe haber una, están en su escritorio, pero tiene llave, debemos entrar ahí… ahora…
Dentro de mí había un miedo terrible, pero mi deber de proteger a mi familia podía más contra eso, Derrick se fue en un caballo hasta el monasterio, mientras yo regresaba a la fiesta para que nadie sospechara:
-¿dónde está Derrick?- pregunto Gretchen.
-quizá con una de las invitadas- le dije.
-Ava, ¿cómo puedes decir eso? ¿Él no es tu…?
-no, él no es nada mío, es libre de hacer lo que mejor le convenga…
-pero, yo los vi, abrazados.
-eso no significa que seamos algo, Gretchen no debes espiar a los demás, ¿Dónde está Dagna?
-jugando con Elinor… Ava si tú y Derrick no están juntos ¿crees que él pueda fijarse en mí?
Gretchen me miraba con tanta dulzura que me hiso entristecer, era obvio que entre Derrick y yo había algo, lo sabía, lo veía en sus ojos y lo sentía cada vez que lo tenía cerca, estaba enamorada, aunque nunca había experimentado ese sentimiento, sabía que no era solo un cariño vacío:
-él es mayor…
-mi madre era quince años menor que mi padre, eso no es imposible, dime la verdad Ava, eres como mi hermana así que no me mientas, ¿lo amas?
Me miraba a los ojos, tratando de encontrar una respuesta a mí silencio, suspire, no podía permitir verla sufrir, la abrace:
-si…
Divise a Derrick entre las personas y corrí hacia él, mientras Gretchen nos observaba de lejos, llevé a Derrick del brazo hacia ella y le dije:
-haría lo que fuera por ti, lo sabes bien, podría dejar que mi felicidad pase enfrente mío si así lo quieres…
Ella sonrió, me tomó de la mano y me dijo al oído:
-sabes, ustedes hacen linda pareja, tienes derecho a ser feliz… yo encontrare un hombre algún día también, pero no será ahora, soy demasiado joven…
Me regalo una de sus sonrisas comprensivas y fue a donde Dagna, jalé del brazo a Derrick llevándolo hacia el salón de armas, entramos.
-¿la conseguiste?
-solo un poco así que no debemos desperdiciarla, ¿Dónde está el escritorio?
-sígueme…
A tientas alcance el candelabro, lo encendí y busqué el escritorio, había tantas telarañas, lo encontramos y como lo supuse estaba cerrado con llave, Derrick miró en derredor y tomó un hacha, retrocedí unos paso y él golpeo el escritorio con fuerza hasta que lo rompió totalmente, miramos las estacas, una estaba reluciente, tanto que con el reflejo del candelabro parecía derretirse, era de plata, la tomamos y salimos de prisa, llevamos todo a mi habitación y volvimos a la fiesta para que no sospecharan, cuando volvimos todos estaban divirtiéndose, papá y sus amigos brindaban y Bluma solo los observaba, no me parecía que ella estuviera enterada de eso, quizá la posesión de su cuerpo ni siquiera ella la sabia, la destrucción del vampiro debía ser el día de la ceremonia a la media noche, tan solo me quedaba un día y mi temor estaba aumentando cada vez más, el tener que enfrentar esto me hacía desvariar, necesitaba mucha valentía para hacerlo, debía estar lista para todo, aunque eso significara convertirme en una asesina.
El día siguiente era el último, Derrick fue a mi encuentro después de la clase de Dagna, lo miré, como si hubiera pasado una eternidad, me abrazo, me miró a los ojos y me dijo:
-te amo, y no dejare que te pase nada, siempre estaré a tu lado luchando por ti y contigo, sé que no tengo mucho que ofrecerte y que no podría darte el trato de un castillo, pero mi amor es inmenso y…
-con eso me basta… con tu amor y tu compañía…
Nos abrazamos y mi valentía aumentaba, estaba feliz porque Derrick estaba conmigo, pero también tenía miedo de no volver a verlo, solo teníamos una oportunidad para acabar con ese monstruo y si fallábamos uno de los dos podría morir, o uno de mi familia.
 Ese día hubo una fuerte tormenta, el sonido de la lluvia recorría el castillo constantemente, los relámpagos azotaban las ventanas, como poseída me acerqué a una, miré a través de ella, entre la lluvia divisé a alguien que se acercaba a la puerta que conducía al sótano, era Bluma, observé como se deshacía de Berit, y era cierto no había vuelto a ver a Nevin, había asesinado a sus propios gatos, estaba absorta ante aquella escena que se dibujaba en mi mente imaginándola arrancándole la vida a esos pobres animales, entonces no era tan inocente, ella lo sabía ¡lo sabía perfectamente la muy desdichada! Me llené de ira y me juré que acabaría con ella llegando la media noche, nopermitiría que hiciera daño a nadie más.
Esperaba ansiosa que llegara media noche para terminar con todo de una vez, llevé a Dagna a su cuarto y después a Gretchen, las había dejado con llave para que ese demonio no pudiera hacerles daño, Derrick y yo subimos al salón de mi madre y nos quedamos ahí a esperar, faltaba un cuarto para las doce y solo nos mirábamos sobre el fuego del candelabro, de pronto la lluvia calló, escuchamos pasos, Derrick tomo la estaca, yo tenía el agua así que tomé el candelabro para averiguar que ocurría, salimos del salón, alguien corría por el pasillo, seguimos el ruido, nos llevó cerca de la habitación de Dagna, Derrick se asomó un poco, volteo hacia mí con terror:
-la puerta está abierta…
-vamos…
Lentamente nos movimos, la luz del candelabro se hacía tenue mientras nos acercábamos, entramos a la habitación, ese demonio estaba sentado junto a mi hermana, mientras le acariciaba el cabello, me llené de ira, le grité mientras le golpeaba con el candelabro en la cabeza:
-¡suéltale! ¡No volverás a tocarla!
-Ava… -grito Dagna, mientras saltaba hacia mí en la oscuridad.
El candelabro se apagó, Bluma se había convertido ya en ese monstruo, sus ojos llameantes me miraban con odio, se levantó, su estatura era superior a dos metros, un rayo ilumino la habitación, la miré, sus labios estaban abiertos mientras exhalaba, su cuerpo estaba desnudo y su piel estaba mortalmente pálida, Dagna se escondió detrás de mí:
-¡no podrás hacer nada, la maldición está de regreso!- gritó Bluma.
-acabaré contigo- le dijo Derrick mientras corría hacia ella con la estaca en su mano.
Ella lo esquivó con su brazo, su fuerza era increíble, papá llegó corriendo con un candelabro:
-¿quéestá sucediendo?
- Blutsauger Erwachen- le dije mientras veía a Derrick en el suelo.
Papá miró a Bluma:
-eso no es posible…
-asesino a Berit y a Nevin, y estoy segura de que llegamos a tiempo a la habitación de Dagna,
-¡jajaja!- Bluma se burlaba de nosotros, mientras sus ojos parecían a punto de arder –ninguno de ustedes escapara… jajaja – salió volando por la ventana, pero seguía observándonos
Tomé a Dagna del brazo y corrí mientras papá abría la puerta de Gretchen:
-llévalas al sótano padre, yo y Derrick intentaremos seguirla…
Regresé por Derrick, estaba sangrando, se levantó con torpeza, me abrazó y dijo:
-¿Dónde está?
-salió volando…
Corrimos hacia la ventana, Bluma vigilaba a papá y a las niñas desde lo alto, nos miró y se aproximó a nosotros, tomé a Derrick del brazo y bajamos corriendo, mientras ella volaba tras nosotros, llegamos al salón principal, todo estaba iluminado, una ráfaga de aire nos encerró, ella la estaba provocando, se detuvo, nos miraba mientras sus colmillos nos sonreían:
-¿Cómo esperas vencerme si tienes tanto miedo?
Nuestros ojos chocaban, estoy segura de que la miraba con el mismo odio que ella a mí, tenía la estaca en mi mano, corrí hacia ella con la vaga ilusión de poder atravesarla, me arrojó a la puerta, esta se abrió, afuera llovía nuevamente, los guardias corrieron a levantarme, en cuanto la vieron retrocedieron y se fueron huyendo, me levanté, el coraje dentro de mí era más fuerte que el dolor, Derrick le lanzó una estatua, la golpeó en el costado y ella se dio vuelta, intente correr hacia ella pero no tenía la estaca, la busqué, estaba cerca del marco de la puerta, pero si me acercaba se volvería, Derrick lanzó otra estatua pero la esquivó, se acercó a él y lo tomó por el cuello:
-¡esta noche morirás!
Aproveché y tomé la estaca, me acerqué un poco a la puerta, mientras veía a Derrick volar por el aire hacia el jardín:
-¡no! ¡Maldita!
Ella seguía riéndose, baje la escalinata y corrí hacia el jardín, Derrick estaba inconsciente, lo moví, pero no hubo respuesta, Bluma me tomó por el cabello y me arrojó a un árbol cercano, me quebré la muñeca derecha y no era muy buena usando la mano izquierda, la estaca estaba lejos de mí y ella cada vez se acercaba más, se burló de mí, sínicamente me tomó del cuello y me levantó por el aire, con la mano que podía mover intentaba zafarme, estaba perdiendo el aire, por más que luchaba no lograba que me soltara, la patee, pero no se inmutó, seguía riéndose:
-¿sabes por qué Garin está muerto Ava?
La miré con desprecio, mientras mi mente estaba a punto de encontrar esa maldita respuesta:
-jajaja, así es, yo tome toda la sangre de su cuerpo, ¡gracias a él sigo viva!
De pronto sus ojos se apagaron, sangre salto de su boca llenándome la cara, papá estaba detrás de ella, la había atravesado con la estaca, me soltó, caí al suelo, como pude desaté el agua bendita de mi cintura, papá la tomó y antes de que pudiera rociarla ella se levantó:
-¡no has acabado conmigo!
Bluma arrojó a mi padre al suelo, pero estaba aturdida por el golpe y cayó nuevamente, su cuerpo estaba tornándose negro, corrí a un lado de papá, el frasco aún estaba cerrado:
-¡hazlo Ava ahora!
Miré a ese monstruo con recelo después de lo que había confesado, no tenía perdón, no podía permitirle causarmás daño, tomé el frasco y lo abrí, papá se levantóytomo una piedra, Bluma intento pararse pero él no lo permitió, le lanzó la piedra ahondando más la estaca, vertí el agua en su cuerpo, lanzó un alarido espantoso mientras se arrastraba y gemía, su cuerpo estaba despedazándose, se convirtió en ceniza, una fina capa de humo volaba entre la lluvia, papá me abrazo, mis lágrimas estaban lavándome la sangre al igual que la lluvia, pero finalmente todo había terminado, papá fue por las niñas al sótano y yo levanté a Derrick como pude, los guardias que habían estado observando todo desde lejos regresaron a ayudarme, desperté a medio día.
Gretchen me acariciaba la mejilla, no sabía que había pasado después de que subimos al castillo:
-¿estás bien?
-¿Dónde está papá? ¿Derrick y Dagna?
-cálmate, tío está en el pueblo iba a asegurarse de que no haya más descendientes de la familia de Bluma…
-pero… ¿Quién fue con él?
-la guardia, fue en el carruaje, no te preocupes Ava mejor come un poco, Derrick y Dagna están en el jardín, fueron por flores para ti…
Después de comer, bajamos al jardín y permanecimos todos juntos en la mesa de té, lloviznaba un poco, pero el día era hermoso, en el aire había un olor a pureza tan profundo que todos sonreíamos, papá volvió, nos dijo que en los registros del país no había más de esa familia, estaba esperando la carta de uno de sus amigos de Varsovia para asegurarse de que en Polonia tampoco había alguien más.
Los días pasaban haciéndose másfríos cada vez, Gretchen y yo estudiando, ella bailaba y yo tocando el piano como siempre, mientrasDagna se interesaba por el canto, Derricky yo dábamos paseos que se volvían eternos por todo el castillo, subíamos a la torre más alta y esperábamos el anochecer, nos casamos cinco años después, como era de esperarse, tuvimos dos niños, Ava y Garin, hoy después de casi cincuenta años puedo decir que moriría feliz, porque sé que ellos no se enfrentaran al‘‘Blutsauger Erwachen’’ ahora podemos decir que ese día es solo de celebración.
Fin.
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Foto del autor LIBIA ESTHER QUINTANILLA WENCES
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Miembro desde: Nov 21, 2012
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Descripción

vampirismo

Palabras Clave: vampiro castillo hombre amor melancola estrellas familia

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Terror & Misterio



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