RQUIEM POR TODOS LOS RQUIEMS
Publicado en Sep 29, 2013
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En el centenario castillo sólo había caracoles. Millares, sobre las paredes o arrastrándose por pasillos donde nadie los incomodaba. El hombre de levita y paraguas y un sombrero raptado a una pintura de Magritte, caminó entre ellos buscando el lugar de donde procedía la música de piano. En el caserío le advirtieron que el castillo estaba abandonado y sólo encontrará caracoles de  múltiples tamaños, así de grandes, exageró un niño extendiendo sus brazos. Caminó hasta el lugar sin importarle la nieve. Mucha nieve. Mucho blanco y demasiada soledad por los caminos que conducen al castillo. Alguna vez anduvo decenas de kilómetros tras de Seelig y Walser, en una de las extensas caminatas que ambos realizaban: el 11 de mayo de 1942 en el viaje hacia Säntis, caminando desde Urnäsch hasta Appenzell.

A cuantos preguntó por el nombre del pianista que vivía en el castillo, sonrieron maliciosos. Se miraban entre ellos al escucharle preguntar, ¿de verdad no escucha ninguna de las piezas que él interpreta? Nadie vive en el castillo, insistían en vano, pero si desea visitarlo para entrevistar al pianista no hay problema, tal vez lo encuentre, tal vez desee hablar con usted. No correría riesgos porque el caserío estaba cerca del castillo.
¿No lo escuchan? Preguntaba a quienes pasaban por su lado. Es Réquiem por un sueño, de Clint Mansell. No hemos dormido durante varias noches. Lo interpretó hasta el amanecer sólo para mí. Tal vez por eso en este lugar ninguno lo ha escuchado. La dolorida versión que Clint Mansell hace de la obra de Mozart, versión desgarradora para final de un sueño y comienzo de una pesadilla. Algunos le dijeron que sí habían escuchado algo, sin embargo el ladrido de los perros, el llanto de los viejos, los lamentos de las mujeres y el toque de campanas interrumpiendo cada hora…El hombre, antes de partir, extrajo del bolsillo una hoja arrugada y comentó, quiero mostrarles el poema que escribí, Réquiem por todos los réquiems.
 
 

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Foto del autor Umberto Senegal
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Descripción

Un hombre escucha una meloda que nadie percibe, en un castillo plagado de caracoles.

Palabras Clave: Rquiem castillo Seelig Magritte Walser Appenzel caracol Mozart microrrelato minicuento microficcin.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



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