Donde las lágrimas
Son mi alimento.
Donde el dolor
Es mi compañero,
Estas tú como sombra,
Como tiniebla que
No se desvanece.
 
Diminutos rayos de luna
Embellecen mi habitación;
Mientras todo a mí alrededor muere.
Se hacen largos los segundos,
Mientras descuartizan mi alma tus recuerdos.
 
Lejano veo el camino de la felicidad,
Allá en el horizonte desaparece
Juntamente con mi voluntad y
Con toda mi fe, con toda mi vida.
 
Te llevaste parte de mí.
Te apoderaste de lo que soy.
Me cambiaste por otro destino
Que te prometía fortuna.
 
En ese mismo espacio,
Cerca del rincón del recuerdo.
Acariciando locamente mí desvelo,
Pierdo la calma entre mis dedos.