Si algo he aprendido en este cuarto de siglo vivido
Es que la vida puede cambiar en lo que dura un suspiro
Que un mísero instante quizás resulte determinante
Y la susodicha nunca retrocede, sólo tira para delante
 
Una vez te queda clara esta cruda realidad, este hecho
Debes intentar estar con tu forma de vivir satisfecho
Pues solo los afortunados tienen más de una oportunidad
Un regalo aun más valioso que los calcetines por navidad
 
Todos sabemos que el camino esta repleto de baches
Y lo que nos engrandece es la capacidad de ponerle parches
El mismo vaso puede estar medio vacío o a medio llenar
Puedes verlo como quieras pero contiene la misma cantidad
 
No pretendo ser pesimista por lo que pueda o no pasar
Si no optimista por recorrer los caminos aun por caminar
Ya que al pícaro destino resulta muy difícil dar esquinazo
Por mucho que escapes es inevitable el temido encontronazo
 
Dicho esto nos vienen quedando a lo sumo un par de opciones
Dedicarnos a desperdiciar la vida llorando por los rincones
O disfrutarla luchando por hacer realidad nuestros sueños
Ya que su recuerdo es de lo poco que puede resultar eterno