Ambiente.
Publicado en Aug 17, 2013
El viento corre despacio, mi mente perdida y mi pelo despeinado corre por toda la casa y tus muebles se mueven destruyendo las paredes derrumbando los deberes del hogar, las hojas caen la ventana, y las puertas caen medio abiertas, rompiendo los suelos y destruyendo los hogares de dolor en marcos abiertos.
Sin calzones andaba en puntillas colapsando los pasillos de la casa destruida, y mi hermana se encontraba dormida, sin fuerzas, sin ánimo de ordenar ni mover lo que estaba ya movido. El dolor daba la sensación de necesidad de estar en paz en armonía y todo dolía como un sabor amargo que nunca termina y el dolor sin fin encuentra escondida a una niña maldecida, y yo estaba dormida en los brazos de mi madre, que lloraba horas tras horas por ver su casa destruida y sus dos hijas dormidas, sin padecer ni murmurar el encuentro de un nuevo hogar. Parecía irónico que el orden de mi dormitorio pareciera normal, como si nada se hubiese movido, y quería mentir, el orden ya viene a mi vida, me di vuelta y al mirar hacia atrás vi mi dormitorio derrumbado, y llore, llore cuanto llore, sólo quería mentirme que en mi hogar no estaba destruido.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|