Respiro tu ausencia, nuevamente mis errores te alejan de mi lado sin nunca haberte tenido…Hay tanto que quedó por decir, tantas miradas que no di, tantas caricias que no sentí…El miedo de no tenerte, el miedo a este vacío hacia el cual me dirijo me carcome cada noche las entrañas.No dejo de mirar el techo pensando que tú padeces lo mismo en silencio.Y las horas no dejan de pasar pero a veces creo que el tiempo se detiene solo para perpetuar tu ausencia, para herir más mi corazón con la daga de la distancia.
Hay tanto que decir, sí sueño con un nosotros… sí me importo dañar esa inocente tela que unía esto que se volvió tan mágico y que fue desgastado por la realidad….
Que nos alejo? Sería una mezcla de todo? Es lo que menos me importa…Solo sé que me trato de convencer de que no duele pero quema demasiado fuerte tu ausencia.Las lágrimas corren internamente mientras una cínica sonrisa cubre mi rostro…Las lágrimas no ayudan en nada, el daño esta hecho…el arrepentimiento de nada sirve ahora.
Solo queda la soledad, la soledad que antes parecía hermosa y ahora se volvió tortura al conocer tu compañía.
Los recuerdos, las imágenes que parecen tan frescas, tan reales… y que no son más que sueños que yo misma rompí en un segundo.
Las palabras, guardadas en papel, eternamente esperando, quemando… guardando promesas que ahora parecen vacías… guardando un amor que fue lo mas real a pesar de ser irracional.
Y el orgullo, capaz de matar y resucitarlo todo… la gran piedra que siempre nos ha hecho tropezar…que nos ha hecho caer y caer.
Orgullo, maldito sentimiento que nos hace humanos, y nos aleja de las cosas hermosas.
Tal vez logre dormir a ese orgullo una vez más y así renazca el “nosotros” con el que tanto hemos soñado… mientras, solo queda esperar…
Esperar en el silencio, en la ausencia…mientras la lluvia cae.