Al conectarme por las noches
en estado disponible te encuentras
al esperar que pase unos instantes
clickeo y, en una ventana,
tu foto se muestra.
 
Esa imágen, es la que me enaltece.
Esa imágen, es la que me enloquece.
Cuando te veo, vida,
es difícil pensar
como tenerte en mis brazos
a pesar, de que no exista
suspicacia y, la distancia tenaz,
que me impide conocerte
en la que va
creciendo la envidia,
sabiendo amor, que
otro hombre podría tenerte.
 
Mientras el tiempo se escapa
y los meses arduos llegan
con la charla virtual,
te voy conociendo poco a poco,
a través de emoticones y amabilidad,
nos encariñanos como dos locos
exaltados por la enardecida noche
y, cuando chateo contigo,
iluminas de esplendor y cordialidad,
aquellos días de vehemencia
que me vuelven tonto.
 
Cuando chateo contigo,
sé que no estoy sólo
por eso digo:
mientras hable contigo,
siempre tendré a mi lado,
a una mujer que amar
a la que le seguiré escribiendo.
 
 
Fin. Escrito por: Julio Cesar Pedro Menighine.