Los verdaderos poemas son mutilaciones del alma
Son silenciosos perdones
Que brotan desde la sangre a la tinta
 
Los verdaderos poemas no son ni míos ni tuyos
Ni del mar, ni del arrullo
Son del cielo
Libres
Para que todos los vean
Para que todos comprendan el sentir
 
Los verdaderos poemas son océanos
Son legendarios peces revotando entre dolores del alma
Son bellos océanos que responden a sirenas, casi humanos pero algo legendarios.
 
Los verdaderos poemas son constelaciones del alma
Son brillantes estrellas que iluminan mi sentir
Son lejanas y bellas
Más bellas consigo
Yo no quiero un exterminio de ellas
Yo quiero algo más
Quiero una lluvia de estrellas
No quiero sufrir
 
Los verdaderos poemas son milagros
Que van a dar al mar para convertirse en peces
Y al dormir despertar y desembocar,
En las constelaciones de tus pestañas.
 
LOS VERDADEROS POEMAS SON MILAGROS