Poetas Ilusos que creen saber del amor mundano, de aquel que mencionan a diario,
Escriben sin parar en busca de alguien que los salve de una muerte suicida,
Tontos esclavos que no tienen control sobre ese amor que los condena,
Besos que se dejan llevar, en una suave melodía que embruja como de alma en pena,
Apariencias, Deseos, Ilusiones y todo ello que hacen que otro decida,
 
Ya no eres tu... ¿no te das cuenta?, vives como marioneta del viento alado,
Que como pluma de fénix inocente ardera en los profundos infiernos del malvado,
Ya no eres tu... es el aire que te respira y dejas de existir y ser consciente,
Sigues escribiendo sin parar herido, perdido, dolido, ansioso de muerte.
 
Poetas Ilusos que nada tienen que perder al entregar su luz a la apagada noche,
Dejaran de arder sus corazones en un jamás de engaños y traiciones desconocidas,
Porque en tardes sin viento paralizaron el tiempo para mostrar su dolor ardiente,
Ellos quieren ser tomados por la bella mentira y ser abrazados finalmente,
Todos en una cama dormir sin entender el profundo significado de su suerte,
qué triste la fantasía de la gente que en canciones de amor sufre simplemente.
 
Ya no soy yo... ¿no te das cuenta?, vivo como flores desiertas sin agua,
Harto de entender que millones morirán pronto por el amor de ser pocos,
Ya no soy yo... me perdí de repente en los desiertos de tomar la verdad,
y ahora andante me dirijo a mi tumba de libros, a escribirme por última vez.
 
Me clavare las plumas de escritor en el pecho para que sangren mentiras,
Así me sacare el veneno profundo de este mundo,
Así me liberare del dolor cotidiano,
Volare como las estrellas,
Tendré sueños con tales sutilezas,
que atravesare los universos para escuchar el sonido de sus danzarinas estrellas, 
y viviré de pronto en una ciudad limpia y de gente desconocida,
Seré libre nuevamente para desear ser esclavo otra vez,
en un mundo lejano me espera mi segunda millonésima venida.
 
Poetas Ilusos que no tienen remedio para su mal de estar dormidos,
los veré morir igual como a tantos poetas que vi morir un día en su lecho,
y quien tomara sus manos cuando den el último suspiro, ¿será la pelona?
el amor de la muerte es que te entregues a ella irremediable y sin lucha,
el tiempo todo borra y a mi me borrara del todo y para siempre.
 
¿No lo ves? ... ya no soy yo nunca más, soy escriba de otra locura,
Me deje llevar por la hiriente suerte de tenerte bajo mis palabras,
y nada mas queda que gritos apagados mientras acabo en tu mente,
Déjate llevar, déjate morir, deja de amar y desear mundanamente,
porque el amor mundano no es el que quiero para este humano.