Entre creer y no creer en el destino, elijo creer.
No se si existirá de verdad, pero, en mis pocos años de vida, me he sorprendido de aquellas personas que han llegado a mi vida en el momento justo, encajando perfectamente en el rompecabezas y rompiendo toda estructura.
¡BENDITAS CASUALIDADES! que me han permitido gozar de momentos mágicos e irrepetibles.
¡BENDITO DIOS! que me permitió conocer personas maravillosas, llenas de carisma y enseñanzas que nunca voy a olvidar.
 Pero así como creo en los encuentros, así tambien creo en los desencuentros, nada es casualidad, por alguna razón toda la gente que conocí, no la volví a ver, por algo deberá ser. Al principio pensar en esto, me partía el corazón, y hasta me llegué a enojar con Dios, el destino y la vida, que al fin y al cabo son lo mismo. Pero ahora, simplemente me pongo feliz, a veces lloro de felicidad, le busco la vuelta a esos encuentros desencontrados de un minuto y me paso días,  y hasta la vida entera me pasaría, buscando el motivo de aquel instante, y me ponerme a pensar si aquello fue un momento cruzial en el tiempo de la humanidad.
  Entre creer y no creer en el destino, elijo creer, simplemente porque hace a la vida más interesante...
 
 
-Nahir Sánchez-