• Angel Collado Ruiz
collado ruiz
Profesor y Especialista de Mercados.
  • País: -
 
Con tanta muerte a la esperaen un cadalso sin bordeTanto morir sin miedoante la muerte mismaSin más morir ajenodejando al plovouna sed que agrietaEl pecho rotola cara flacala barba hasta el pisolos ojos en blancoUn morir sin duelosin bandera blancaun horizonte vacíosin esperar nadaAsí es la vidaandar en tinieblas.
                  a mi amigo, el poeta Iván Alejandro Pórtela, hermano. Cuando no tenga más aliado el poeta, que la sombradeshecha , de una tarde cualquieraenfundado en su atuendo de guardabosquepodrá la brisa enternecer su estrofapero su verbo radiante encenderá la vida.
He vivido en el olvidoen la sombra de todo aquello que me envuelveconfundido¿Acaso también tú, que eres pasado lo has sentido?
Me carcomen las manostus ojos que las miranme mueven las palmasque se sienten nerviosasPor andar en tus cauces de prisas , de ansiasa la espera de algoque no sabes decirSuerte de ermitaño que viaja en tus caderassin sorpresas , sin miedos entusiasmado de cuando ofrecessin darte cuentaUna mañanaen un instante que tocas mi corazóncomo una puerta
No estoy solobien lo sé Me acompañan los que un día intentarán al unísono alzar el vuelo hay tanto loco sembrando sueños en un mundo sin ilusiones bien lo séNo estoy solo en este mar de miedos que nos cubresalitre que se mete en cada poro fundiéndose a la pielterco, persistente,en la médula de los huesoscomo una pesadillaCasi vuelco mis demoniosen tus manos para sentir que escuchaspero tú tienes un mundo sordoque te sonríeLa vida no es la virtud la virtud es vivirlaEnlodarse con la experienciasaltar de gusto en la encrucijadaatacar al miedo antes que nos sorprendadisfrutar la aventuramudar la muerte por la vida.
Crees que no extraño, la vieja casa, mis amigos, aquellas converzaciones de la madrugada, aquellos tiempos de rock prohibido, la bulla, la euforiaLa noche fresca de malecon y luces la música en las venas, sueños sin retornolos ausentes paseando por las calles de este recuerdolo unico vivo que me han dejadocrees que no extraño, mi barrio, mi silla de Lam, mis viejos cuadros , mis muchas fotosaquella esquina de los besos primerosla escuela, su nombre , su telefóno, 2 44 30.tú cara el ultimo día de la despedida, su cara, la míacrees que no extraño las palmeras tantas veces mencionadasla enredadera, los mar pacíficosla vida vieja dejada en esa piel que se fundio al recuerdoatrapada en cada esquinaen cada casa en cada hojaen cada minuto, hora, día , que ya es recuerdo
Para quererte como te quieroabro las ventanas azulesDejo entrar las mariposas los tomeguines, las hojas secas que vuela el vientoEl polvo de muchos caminosla rabia de los que aman imposiblesla sed de los que no tienen aguaAbro mi vida como una puertapara recibirte todapara habitarnos como dos historias unidasMás que besos y cariciascomunión de mundos Tendrás mi alegria, mi tristezamis noches de canciones y penas desconsuelos y sus orígenesTendré tu perfume de algas y mareasde puerto y salesNuestras manos jugaran a unirsea ser más largas, más anchasmás amorosasLo inventado puede ser nuestrola sangre lo ha sido en la batalla.
La sombra de la espera en esta hora de la tardese clava en los silenciosde las manosSe trenzan las piernas al soñarteEstruja la razón las mil razonespérdidas sin pretextosSombra de la espera que se extiende a lo largo de la mesasimulando lunasen la noche imaginadaAl volver los ojos una mosca sobrevuelacomo un satélite sin rumboal proyectar su sombraDeja un vacío de silencioen la intensidad de dos suspiros.
No soy el que borra las piedras en el olvido que deseamos en el tiempono soy quien para sacar partido Al vuelco del sentido un guión una pautasilencio entre dos corcheasuna escapada a la luna un suspiro de la nada.
Tropiezo.
Autor: Angel Collado Ruiz  395 Lecturas
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Salpicado de tinta en un papel cualquieralos versos se aferran a la vidano es que valganen su sola presencia dan porte al artistadeslumbran con sus frases maquilladastal vez como señora o señorita perfumadacon esencia de Lavandatrasnochadaagrios tonos se ven luegodel papel que se requiere y nace la estrofaaceleradaa la luz de un café de puerto en una ciudad olvidadanunca te han de mostrar confabuladosel escritor avergonzado o un talante mal parado de editorQue no valoraque mide la rima y desdibuja cada final de líneaes muy largo: como aburresí de corto empobrecidocae de la mano la rima o la prosa que pudo ser salvadael viejo papel estrujadovuelase desprendeadquiere vida propia y habladefiende su historiacunde y tunda rompe su epitafio de olvidoy luce en una hermandad de letras y sonidoscon su belleza retocaday su anónimo pasado.
Amada no te agobies se impone la realidadun irse prematurodespejar la incógnitaabrazar un momento la almohada y volarExtrañaré el café de la mañana y los primeros trazos pero quien sabe que me aguardatal vez sea mejor alláeso dicen, nadie vuelveEn son de paz te digo, no me llores,la madrugada puede ser fría si tú lo permitesla vida gira nuevamentegira tú con ellaconserva los cuadros que te rodeanlas paginas dispersas ordénalas por añoscontesta las cartas pendientes como si fuera yo mismocomo casi siempre.No ha de cambiar mucho el instantecomo una corriente fina de aireinflamándolo todocomo un leve y terco suspiro que debe darseuna ultima bocanada al cigarrilloun adiós te beso y te espero.
En son de paz.
Autor: Angel Collado Ruiz  315 Lecturas
Camino en el olvido, flotosiembro mientras sueñosigoel discurso de males o de bieneses efímerovuelcan en mi sien vaivenesde los ilusosque temen al fracasomuriendoDigo mi verdadsin despreciar al que dice aprendiendo de todos, al menos cada díasiembrosiego cuido la faena que me es amadaAto a los sueños una cinta de oroy una de plata a las musaspara ti tengo las mañanasque son trincheraDibujo los sentimientos en tu pielque se extiende desde la míacomo una sola orilla de un maruna ría que lleva solo amorCamino en el olvido, flotolleno de azules canto la nadaque soy y que eresAtisbo entre sinuosos soles que te alumbranentre mucho misterio la sencillez del mundo.
Digo
Autor: Angel Collado Ruiz  337 Lecturas
Amarteencrucijada de dilemasprofundos  nerviosos(como las estrellas)devorando en silencioaños luzmuriendo llegas a mis manos
Tú.
Autor: Angel Collado Ruiz  361 Lecturas
Cimbras la paletaQue la obra admiraOlvidadas ideas Incubadas Vida dando luzLetras dando vidaHombres dando amorEn su creación
Calles de New York, calles de Boston,Londres, ParisCalles del Laguito.¡ Callen!Silencien sus voces, sus ruidos habitualesSus muchos planes de compras Y de usura. Deténganse a mirarNo ven lo que esta sucediendo.Aún no se dan cuenta. Están absortosEn sus proyectosEn sus míseras vidas deslumbrantesEn sus planes ambiciososOlvidaron todos el pasadoSolo unos pocos recuerdanEstá siendo expuestoNadie lo nota.Tiemblen en sus pobres corazones vanidosos,Egoístas.Derrochadores y vanos¡La Revolución ha llegado!La revolución es palabra de odioDe miedos, de tensiones.Las bolsas se desplomanLos hombres miran ansiosos las pizarras electrónicasDeseando que llegue la hora del cierreLa pesadilla aumentaAfuera el pánico avanza en las callesUna a una las invadeEmpiezan los saqueosLos pobres agazapados Se han lanzado con todo, contra todo y todos.Hambrientos por años, anhelanLas grandes comidas, los dulces vinosLos aromas que desprenden los suntuosos restaurantesY que ellos solo conocen por sus oloresQue de nada sirvenSolo de torturas a sus flacos estómagos¡Viva la Revolución!...Pasan gritando  unos locos mugrientos y maldicientesQue arrastran un carrito de Wall MartLlenos de latas y jamones enormesY Coca- Colas de dos litrosNo falta quien ante la urgencia del momentoSe sienta en plena acera y comaCon ansias mordiendo una hogaza y dando sorbidas descomunales a una lata de jugo de peraQue locura. Las Señoras se han refugiado en el Waldorsf Y temen temblorosas por sus prendas y sus carteras repletas de tarjetasAfuera la policía es impotente para detener la furia acumuladaLa jauría humana en plena faena compensatoria.Por días, por años, por siglosLa impotencia del no ser, solo un númeroUna ficha, un voto tal vezQue en nada cambia su estadoAfuera la vida es un caosLos coches son apedreados y sus dueños bajados a patadasY luego son incendiados los coches y los buses.La ciudad huele a humo, a balazos, a caos¿Será el final?. Más no escuchan las trompetas descomunalesensordecer a todos. Ni ven descender Ángeles, ni arcángelesNegros con la cara enloquecida sé ríen en la cara de los dueños de los escaparatesY lanzan grandes piedras a las vitrinasLatinos desprovistos de identidad corren A depositar los dólares que los desquiciados tiran por las puertas de los bancosHaciendo depósitos destinados a Quito, a Oaxaca, a Barranquilla.La niña que vende periódicos en la esquina del Bronx Ante la locura no atina a cerrar el estanquilloCorre, corre como poseída ante la muñeca de la casa de juguetes Esa que siempre que pasaba Ansiaba acariciar entre sus brazosY besarla y decirle, no llores aquí esta mamáCon la ternura innata de las niñasQue crecen pronto.Y le toma, pero no sabe que hacer con ellaEsta aturdida, la veía tan lejanaY ahora esta en sus manosLa palpa se sienta y lloraUn llanto comprensibleDejo de ser un sueñoAhora no sabe que hacer con ella y la devuelve a la vitrinaY se aleja callada, llorando inconsolable.
Calles de New York, calles de Boston,Londres, ParisCalles del Laguito.¡ Callen!Silencien sus voces, sus ruidos habitualesSus muchos planes de compras Y de usura. Deténganse a mirarNo ven lo que esta sucediendo.Aún no se dan cuenta. Están absortosEn sus proyectosEn sus míseras vidas deslumbrantesEn sus planes ambiciososOlvidaron todos el pasadoSolo unos pocos recuerdanEstá siendo expuestoNadie lo nota.Tiemblen en sus pobres corazones vanidosos,Egoístas.Derrochadores y vanos¡La Revolución ha llegado!La revolución es palabra de odioDe miedos, de tensiones.Las bolsas se desplomanLos hombres miran ansiosos las pizarras electrónicasDeseando que llegue la hora del cierreLa pesadilla aumentaAfuera el pánico avanza en las callesUna a una las invadeEmpiezan los saqueosLos pobres agazapados Se han lanzado con todo, contra todo y todos.Hambrientos por años, anhelanLas grandes comidas, los dulces vinosLos aromas que desprenden los suntuosos restaurantesY que ellos solo conocen por sus oloresQue de nada sirvenSolo de torturas a sus flacos estómagos¡Viva la Revolución!...Pasan gritando  unos locos mugrientos y maldicientesQue arrastran un carrito de Wall MartLlenos de latas y jamones enormesY Coca- Colas de dos litrosNo falta quien ante la urgencia del momentoSe sienta en plena acera y comaCon ansias mordiendo una hogaza y dando sorbidas descomunales a una lata de jugo de pera.¡Que locura.! Las Señoras se han refugiado en el Waldorsf Y temen temblorosas por sus prendas y sus carteras repletas de tarjetasAfuera la policía es impotente para detener la furia acumuladaLa jauría humana en plena faena compensatoria.Por días, por años, por siglosLa impotencia del no ser, solo un númeroUna ficha, un voto tal vezQue en nada cambia su estadoAfuera la vida es un caosLos coches son apedreados y sus dueños bajados a patadasY luego son incendiados los coches y los buses.La ciudad huele a humo, a balazos, a caos¿Será el final?. Más no escuchan las trompetas descomunalesensordecer a todos. Ni ven descender Ángeles, ni arcángelesNegros con la cara enloquecida sé ríen en la cara de los dueños de los escaparatesY lanzan grandes piedras a las vitrinasLatinos desprovistos de identidad corren A depositar los dólares que los desquiciados tiran por las puertas de los bancosHaciendo depósitos destinados a Quito, a Oaxaca, a Barranquilla.La niña que vende periódicos en la esquina del Bronx Ante la locura no atina a cerrar el estanquilloCorre, corre, como poseída, ante la muñeca de la casa de juguetes Esa que siempre que pasaba Ansiaba acariciar entre sus brazosY besarla y decirle, no llores aquí esta mamáCon la ternura innata de las niñasQue crecen pronto.Y le toma, pero no sabe que hacer con ellaEsta aturdida, la veía tan lejanaY ahora esta en sus manosLa palpa, se sienta y lloraUn llanto comprensibleDejó de ser un sueñoAhora no sabe que hacer con ella y la devuelve a la vitrinaY se aleja callada, llorando inconsolable.
Desnúdate para míEn esta mañana desolada.De fríos optimismos y ansiadas palabras rebuscadas.Desnuda tus instintosTus pensamientos escondidosNo el lunar que te adornaSi no el pensamiento mas profundo.Que intereses llevasSin hacerlos públicosSon tesoros preciadosCompartámoslo. Si te angustian las penasDe los niños sin cosasY las rosas no te interesan .Si te hiere el salobre saborDel sudor sin nombreDe los minerosQue nunca son dueños de la tierra.Y el olor a manteca y mugreDe los dedos de los pobresEn sus casas olorosasA humo y a comal.No temas hablar de los que sufren De aquellos que la vidaEn su esplendor engaña.Y la miseria encierra En planes de gobierno Que jamás lleganA sus manos abandonadas.Mientras los ricos y los políticosComparten programas De mucha foto y paginasVestidos de sus mejores galas.La mano afuera extiende su miseriaY los pocos sensitivosNo saben que hacerCon las estrellasSi mandarlas definitivamente al carajoY vestirse de batallaEmpezando la guerra del justo reclamo.Desnúdate de todoMuéstrame quien eresPara saber si puedo contar contigo.Sí debajo de tus ropas elegantesY tus perfumes de exóticos aromasTus pechos incipientes tiemblanY tu corazón es humanamente bueno.
Desnúdate.
Autor: Angel Collado Ruiz  331 Lecturas
Él mas allá del cantoNo debe ser estrafalarioEn el que se depositan los sobrantesQue no encuentran los  caminosEn las muchas voces discordantes.Mas acá en la realidad y la virtudSe debe dar la ensambladura Que denota el sentido practicoPero también la razón mismaNecesidad de existirEn no aceptar cómplicesNi componendasSi de libertad se trata.A sabiendas de que existeNo es secretoLa libre libertad de la palabraLa única libertad Que nunca es genuinamente libre.
Si yo te dijera que el agua es transparente me creeríasY si tiene lodo deja de ser agua.Si escribes con las sutiles idilicas visiones de lo belloLlorar acaso por traiciones no es la vida.Del fondo de tus labios rojos y delgados Una mueca de ironía no se halla, mas yo admiroLos metales fieros de unos ojos que devoran porque ansían.De locos instintos y sus consecuentes actos somosEsclavos que trazando va el destino extraño itinerarioTu endulzas con tu miel primera la vida mismaAtado a mi batalla ardiéndome el pecho llevoTus destellos de primavera sin morder la pielAcumulan sueños de tan asombrosos liriosQue no sé si sea bueno que te observe alzar el vueloO al vuelo atrapé tus alas entre tormentosas garras.
Ante la vida.
Autor: Angel Collado Ruiz  465 Lecturas
Me he perdido de algo, entre tantas vidrieras, soportando a la vida conquistando quimeras, dejando de lado la sonrisa perfecta, la canción comprensiva, la distancia entre todos.Me he fugado del mundo, como decepcionado, cuando todos peleaban por tocarle el costado y después al partir todos han blasfemado.Siempre acabo en silencios que no encuentran repuestas, observando las frases con que adornan las calles, los políticos hábiles, prometiendo, porque nada empobrece, prometer ya lo es todo.He vuelto desde abajo, un café me acompaña y los restos del mundo se pervierten afuera. Lleno de cicatrices he pasado la vida, solo me acompañaban esperanzas fugaces a las que me aferraba como a viejas gaviotas para emprender el viaje.Me he perdido de algo al doblar una esquina, con la melancolía que se aferra a mi brazo, y si el mundo supiera que nostalgias me invaden, cuantas cosas arrastran las ideas, cuantas bagatelas nos rodean haciéndonos guiños, desde afuera del vidrio de la tienda virtual, la pobreza moral regatea un instante la debilidad furtiva, donde viajan los sueños del poeta, en la risa de los infantes desnutridos y las hermosas señoras perfumadas que los ahuyentan.Donde la vanidad es un gran carrusel de estiércol que se trueca en virtud, aparentando ser. Como si el dinero pudiera comprar un traje de humanidad distinto y el mundo fuera un modo de pronunciar en otro idioma : Soy yo , Asi es la vida ! . En la silente orilla de playas conocidas una canción olvidada reclama mi memoria.
Suave la espuma llega hasta mis pies cansadosCon esa agradable sensación indescriptibleÚnica en momentos que extraviadoEl sentimiento no sabe dónde soportarseLlegas fresca alucinando que me envuelvesDistrayendo mis muchas noches de tormentoHa sido el camino adverso en cuanto he padecidoY ahora tú pones en mi atardecer exhaustoLa suave caricia con que la vida premia.Antes mire de frente a la belleza que se alzabaCreyéndose dueña de sí misma y al caboArticule de cien versos al destino hábilQuebrando la razón que guarda la vanidadMil fuegos hicieron en tu pecho una brechaPor entre todos los pensamientos estérilesY entonces me dejaste entrar sin cuestionarHasta lo mas profundo de tus entrañasFina muralla entregabas, sublime instanteQue desde afuera mi sensación intuíaDe tus bordadas frases de amor crecíanMis deseados sueños de hacerte míaPero me aguardaba un mundo de fantasíasDe ociosos espectros aletargadosCuando al acecho la mortecina luz me dioSi era la vida, si así sentías lo desconozcoMe vi morir sufriendo en vano tanto reclamoNo eras amor conocido, eras de mármolFrió brotaba de tu alma fría y hermosaSolo el perfume engañoso y mi ingenuidadTodo era falso como la columna simulada.Suave a mis pies llega el frescor de tu vidaA mí agotado caminar has puesto cotasY me devuelve él ultimo rayo de la tardeLos labios que he buscado desde siempre.
Mi atardecer.
Autor: Angel Collado Ruiz  507 Lecturas
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No encuentro medida mas atinada que haber tomado la decisión trascendental sacar al Presidente de Honduras y deberían hacer igual todos los pueblos donde sus presidentes intentaran convocar a una alteración de la catar magna con la perversa idea de instaurar dictaduras a lo venezolano.Era necesario que se movilizaran las fuerzas armadas para impedir tales cuestiones.Todo presidente que pretende hacer cambios institucionales a sus mandatos esta fomentando las dictaduras.Creo que da lo mismo si es de derecha o de izquierda, Centro América, requiere hoy mas que nunca la solidaridad internacional, la solidaridad de México y de los grandes países de este continente, para que inviertan allí y promover fuentes de empleo y permitiendo crecer a un  pueblo digno que ha vivido sumido en años de pobreza y desigualdades.Claro que Zelaya iba por un camino dictatorial, dejen que Chávez despotrique, no pueden los pueblos libres permitir mas dictaduras en esta América Nuestra, es necesario una era de paz y prosperidad, donde se pueda crecer y fortalecernos como naciones democráticas. No es a través de dictaduras como la cubana y la venezolana, donde se obliga a callar y donde se tiene chantajeado a un pueblo, prisionero y hambriento, como se logrará salir adelante y sembrar los ideales de libertad, paz y justicia.Hago un llamado a los pueblos y a los gobernantes para que restauren el orden constitucional lo antes posible en Honduras e impidan a países vecinos como Nicaragua, intentar desestabilizar la región.México representa  un papel fundamental, espero que el Sr. Calderón tenga a bien decir algo pronto. Devolver a Zelaya a la presidencia seria la jugada más errónea de todas.Recuerden lo que sucedió cuando el golpe de estado en Venezuela, ya lo tenían fuera al hablador de Chávez y lo dejaron volver. La historia da lecciones profundas solo que no se puede ser indiferente a la suerte de los pueblos. Y mucho menos cómplice de los tiranos.América merece vivir en Democracia, luchando para perfeccionarla y respetando los mandatos institucionales. Sin creer que van a ser mas libres porque un sujeto este mas tiempo en el mando la historia desmiente estas tesis, y la sustenta con graves anomalías que han padecido y padecen pueblos como Cuba.Los verdaderos hombres grandes fomentan la libertad, no la esclavitud.Los verdaderos patriotas americanos, no ambicionaron el poder. Fueron servidores de los pueblos, murieron pobres y son recordados con respeto por los pueblos del mundo.
Recuerdan y en el fondo saben Las palabras recrear los vadosPor los que la vida aprisaNos suele conducirNadie olvida, todos callanPretextando continuarCon sus oídos sordosMientras ellos solosMudos en sus mundos grisesUnidos mas que nunca A una ilusión necesariaPiensan en los días clarosCuando amanecer no seaEntre rejas y escupitajosMalolientes hoyos y soledadUna enjambre de brazosAlzados a la nueva vidaPor las ideas que tienenA los hombres prisionerosValió la pena el sufrimientoLas crueles y largas jornadasLa comida tirada desde la celdaAl patio empapado en aguaLos padres autorizados Cada cuarenta días a viajarLos transbordadores descompuestosLa mar picada, los ancianos solosAbrazados y llorosos en la bordaEsperando un milagro de DiosMientras el hijo los esperaY ellos no llegaran a tiempo.En los sótanos del miedoLas cargas de dinamitaPrestas a explotar a los patriotasEl terror invade los sueños De los cobardes haciéndolos huir"Madre sí esclavo de tu amor y tus doctrinasTu mártir corazón llene de espinasPiensa que existen entre espinas flores"Allá donde llorar no es novedadReclaman justicia los ojos de los muertosLas paredes floreadas de sangre Y las balas asesinas deformes En el paredón de los mártires.
Estoy preso en la ciudad que persiste en mis recuerdosAl otro lado del rió, cerca del puenteAtado justo al lado de la fuenteDonde crecen las flores abandonadasQue la gente de vez en cuando arrancaPara poner en algún vaso viejo y rotoSobre una mesa sin mantelesen una tarde de mayo cualquierapara acordarse "de cómo era antes"antes cuando todo era distintoy cada uno al menos abrigaba una ilusiónque alimentaba en silenciode volver a ver todo como antesHoy pase por la fuente y no había floresAlguien antes que yo las había tomadoQuedando solo las verdes hojasLos tallos secos de antiguas floresLa calle luce abandonada en la esperaLos niños juegan a darse besosBesos que saben a primaveraEllos no saben aún no recuerdanLas calles bellas, las plazas llenasLas flores en los jardinesLas palomas comiendo de las manosLos ancianos felices riendoLas mujeres luciendo nuevos vestidosMañana que han de recordarTal vez ni la fuente existiráNi vendrá alguien a cortar las floresNi sabrá que es un nuevo vestidoEntonces sé habrá cerrado él circulo fatalLa misma historia repetida en una nueva generaciónQue no conoció otra vida que esta miseria de vidaY no supo albergar mas sueños que los conocidosEl sol comienza poco a poco a bañar de luzLa calle nueva, los chicos que corren a la escuelaLa fuente que desborda un nuevo amanecerLas flores han vuelto a renacerLos manteles regresan al punto de partidaLos búcaros nuevos y brillantesRebozan de flores naturalesLa vida empieza otra vez desde ceroTal vez en el silencio de nuestras mentesAbrumados de este llanto del presenteHabremos aprendido algoAlgo por pequeño y simple, inolvidableLibertad, cuanto te deseoLibertad, cuanto té extraño
Como era antes.
Autor: Angel Collado Ruiz  417 Lecturas
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Cuando te halle, veniasDe mundos que no existían( al menos para mí)Con esa percepción de alientosQue me recordabanLa suave fragancia de las violetas.Tan frágil estaba mi almaQue no aspiraba a tus besosNi cruce tu miradaCon intenciones de poseerte.Mas bien buscaba puerto seguroSombra en la tardeAgua a mis labios sedientos.Nada me ataba al puertoNi las gaviotas, ni las mareas bajasLa luna de octubreMe iluminabaSentía él frió de su cariciaSobre mi piel que ardíaMi cara triste de aventurero.Perdido andaba, sin rumbo fijoMoneda al aire, caiga cual caigaLa cara no me importaba.De tanto morder sus labiosEl paladar acostumbradoSabores únicos,Selló mis ganas.Solté despacio la débil cuerdaCasi discreta la nave parteSe aleja en la noche claraIluminando la gaviaY yo tendido como un cadáverLlorando...Como si estuviera en lontananzaComo si fuera mar adentro perdidoEl corazón roto del naufragoQue no ha tenido tiempo De ser compuesto.
Cada mañana los pensamientosVuelven a descubrirmeUn mundo nuevo de realidadesLa calle hermosa de los paseantesJunto a la fuente de los otoñosGrave simulan ser solitariosSe dan la mano se miran solosBesan sus labios son dos amantesNadie los mira, nadie los oyePasean tristes se ven marchitosNo son felices sus caras seriasElla lo toca, le meza tiernaSu barba negra y cuidadaÉl acaricia su frente hermosaSus rubios rizos de besos llenaPero se alejan y los olvidoVuelven callados los pensamientosMiro tus manos miras las míasTu cara triste tus ojos clarosLa despedida, la fuente lejosMi leve reclamo y tu beso tibio.
Los amantes.
Autor: Angel Collado Ruiz  522 Lecturas
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Hay calma en la pleamarLa vela esta lisa y quietaLas estelas casi establesLos peces saltan de gustoEl horizonte dibuja infinidadDe formas en las nubesReflejadas en un plato azulQue semeja crespos rubiosDe la niña de mis ojosQue viene a mirar al marDibujos de serpentinasDe colores muy brillantesDomos de suave instanteTransformados en caballosVuelven centauros aladosLa caricia lenta de la brisa
Figuras.
Autor: Angel Collado Ruiz  334 Lecturas
Para cuando la vida nos separeHabremos de seguir de la manoComo compañeros de viajeHacia los lugares lejanos Que nos aguardan prestosYa no estarán los labios Dispuestos al beso matinalNi será necesario alimentarLa cotidiana manera de cultivarLas flores del jardín Y las palabras tendrán una nueva realidadEsperada.La luz se presentara en todo su esplendor Y los valles verán derramarse Las aguas que contenían sus caudalesA la vida recién empezadaDe la mano iremos amigaPor sendas que nos fueron anunciadasde hermosos paisajes nunca vistosContemplando un cielo únicoRepleto de estrellasCual ninguno antes imaginadoDel frescor húmedo de la hierbaLas gotas del roció serán perlasQue adornaran la tierraY gozaremos de la luz Sin la presencia del solTodos al unísono cantando Agradecidos a Dios por la existenciaMas allá de los cansancios Y las batallas estérilesUna sonrisa nuevaUn nuevo canto de esperanza Desde mucho antes prometido.
Las horas que se marchan Dialogan con los presentesSobre las causas ausentesDe sus largas inquietudesArmadas de consecuenciasLas horas que se marchan dejan tras sí una estelaDe reproches incumplidosSecuencias de viejos casosDe amores que se olvidaronBesos que no se ofrecieronPalabras que se pensaronY fueron calladas sin razónLas horas que se marchanAunque no van vacíasSe alejan desperdiciadasLánguidas y soñolientasComo una idea sin dueñoEscrita en un papel olvidadoQue el viento convirtió en aveVolando por todos ladosLas horas que se marchanLlevan mis sueños preciadosLa sinfonía de tus labiosLa riqueza de los retoñosEl vino en la cava oscuraLa espesa capa de tinieblasQue suele ser la compañera De los tiempos venturososDonde se desvisten las crisálidasPoblando de flores volantesLos bosques de mi mente.
Las horas .
Autor: Angel Collado Ruiz  461 Lecturas
al poeta potosino Lazaro Aguilar, amigoAndan los poetas sueltos por la ciudadA la espera de una buena nuevaDesorientados en sus carencias diariasAlimentados por las palabrasQue no se hacen presente cual debieranSin risas pasan meditandoLlevando en hombros los pesaresDe una ciudad que ignora las letrasAlimento para el alma del poetaComo pueden vivir sin los poetasSin la sabia de las palabrasQue interpretan las hojas y los vientosEl enigmático canto de los pájarosLa raíz de los centenarios laurelesPobres poetas olvidados y solitariosEn un mundo amante de lo materialLas palabras vertidas no valenSi no pueden ser trocadas por dinero.
Tan deprisa el corazón se entregaQue pierde luego la ilusión primeraVale mas entonces alimentar quimerasQue sufrir pertinaz desilusiones pasajerasQue da fortaleza al alma que se esperaEn la batalla ardorosa de las ansias Madurar la mejor forma de entregarseQue correr por los besos incipientesMas no buscan complacencias mis ardoresMas allá de los dados al pasar espontáneosQue se mueren no mas han sido dados Y no forjan luego tempestades en el almaEl amor después de hallarse, el verdaderoEs como flor que brota en una noche Blanca a la orilla del camino de la vidaPero no atractiva para muchos caminantes
Experiencias.
Autor: Angel Collado Ruiz  365 Lecturas
Del incierto mundo de las ilusiones vivoSi me miras gozoSi me olvidas sufroY que ansias albergan mis sueños mas amadosPoseer tus labiosRetener tu alientoPero es sueño vano poseer tus ojos Volando atrevidos soñando sin dueñosEntonces me callo Sin prisas me olvidoDe amasar en silencio El deseo profundo de tener tus brazosPor que tú eres libre Y yo soy ajeno.
Ansias.
Autor: Angel Collado Ruiz  311 Lecturas
De soporte las penas sirven al alma del poeta para refinar la inspiración genuinaque desbordan sus pasiones.Sea ligera o fuerte la brisaque trae al puerto su desdichabrota y colma el sentimientodel carácter del artista.Y nacen ofrendas de luz vivasen las letras angustiadas y en las heridas infringidas.
Las penas.
Autor: Angel Collado Ruiz  404 Lecturas
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Hablaba hace unos años con un amigo y le contaba como extrañaba el viejo café del puerto de Alicante, donde en las tardes de invierno me sentaba a ver pasar las personas que no tenían mucho tal vez que hacer y merodeaban por aquellos lugares, desde mi asiento, veía caer el sol tranquilo mientras bebía mi café y entre sorbo y sorbo, charlaba con cualquier gente que quisiera hacerme compañía, recuerdo a las personas de aquel lugar como unas de las mas amables del mundo, hablando fuerte y riendo, pero sabían escuchar haciéndote sentir como si estuvieras en algún café al aire libre de la zona rosa de la ciudad de México.La calle debió existir desde el siglo XVlll aproximadamente, lo deduje por las fachadas de los edificios que conservaban un aire de época y esplendor, donde algunos turistas se hacían fotos con aires medievales. Adoquinado y fachadas, que bien valían una descripción mas profunda, daban un aire de nostalgia al callejón que ilustraba a mi amigo.La joven que nos atendía tenia un novio militar que no dejaba de visitarla como a eso de las cuatro de la tarde, llegaba a ella y le plantaba uno de esos besos que yo llamo propietarios, para que ningún mocito despistado le dijese algo a su prenda amada. Después sin decir ni pió sé alejaba tarareando la copla de Juan sin miedo, que por ahí decían era de autor desconocido.Aquella temporada del año era mas bien seca, pero no faltaba alguna tarde que del cielo, hermoso y sin contaminación se abrían las llaves y toda el agua del mundo, se venia abajo, entre grandes truenos y enormes gotas que al caer sonaban como pedradas secas.En esa estaba contando a mi amigo, cuando se acerco un sujeto de esos que nunca faltan en las platicas espontáneas que se arman en los cafés y a boca de jarro y en pleno rostro me soltó sin ton ni son, no es exactamente como usted dice, iba a responderle de inmediato cuando mi amigo lo agarra por la solapa del saco zarandeandolo de lado a lado y de arriba abajo, tuve que intervenir para no vernos en la necesidad de ir a parar a la delegación de policía.Una vez calmados los ánimos lo invite a sentarse y para compensar cualquier agravio, lo invite a un anís, a lo que el individuo acepto y ya con mejor animo me pregunto siempre mirando de reojo a mí todavía enojado amigo, oiga, usted no es de por aquí.Soy del otro lado, a lo que el hombre le dio algún significado por que no volvió a insistir.Usted que ha viajado tanto, volvió a la carga el hombre, de donde saco lo del puerto de Alicante.Entonces si que me moleste, pero no lo tome por las solapas, simplemente le dije, tratando de ser lo mas cortes posible, amigo soy pobre, acaso no lo nota usted, no podría pagarme un viaje ni al esquina de mi casa, vengo todos los días a este café donde todos me conocen y hablo con todo el mundo, muchos de los que aquí vienen jamás han viajado, pero tampoco han leído , les gusta oírme conversar sobre calles y barrios , ciudades pintorescas y cafés al aire libre, donde pasan los turistas y se hacen fotos y las ponen en Internet para que otros las miren y conozcan , a decir verdad no conozco Alicante e ignoro si tiene un puerto o si esta cerca de alguno, pero ese nombre me gusto para iniciar una historia, complacido usted, podremos continuar con lo nuestro.El hombre guarda silencio y después de mojar sus labios con el licor, me mira en silencio y me dice, yo solo quería participar, perdone usted.
Los grandes pasan a desgajo y siguenLas mañanas recibiendo al solQue nos alienta en su constanteLas duras faenas de la vida.Arremolinan las aguas rió abajoY nuevas toman su lugarPero olvidar las floresQue se lleva la corrienteOlvidar amar no se podrá.
Pasan.
Autor: Angel Collado Ruiz  1202 Lecturas
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A muerto en Montevideo, Uruguay, el poeta Benedetti, gloria de la poesía Americana, prosista, ensayista y periodista, conocedor a fondo del oficio de poeta y donde entre sus muchas facetas de escritor, cosecho los más finos laureles, queda su obra para satisfacción de las generaciones contemporáneas, y para las postreras, que alimentarán su acervo cultural con los escritos del prolífico creador del cumpleaños de Juan Angel, versos e historia con los cuales me fue dado conocerlo un día allá en mi lejana Habana. La vida física es efímera aunque el maestro, entre viajes y eventos, supo sacarle excelente partido, sirvan mis palabras para solidarizarme con un  desenlace nunca amable, que interrumpe una de las plumas más geniales de las letras del pasado siglo, cerrando con broche de oro la danza interminable de las frases dichas desde el discurso natural de lo cotidiano adentrándose en la partitura compleja de los tiempos difíciles que le toco vivir, el talento queda derramado en sus libros a donde iremos en busca de los recuerdos de una época que dio luz propia a la cultura universal. Genuinamente. Viva el poeta!
Si fuéramos a enterrar en él bullicio de las callesla multitud de palabras que nos lastimanentre las sordas congestiones de las plazasvolcadas hacia el centro inevitablede sus egoísmos no asumidos.No habría reclamo injusto, ni prisa dominadasolo silencios y esperas de tiempos que abrigaran nuevos horizontesprofanando la atadura de los reclamosdemandando a la libertadser esparcida, como nueva fuente de visiones.
Un gato con antifazha tomado el desayunoMientras yo me acicalabaEl muy listo y atrevidoSe relame los bigotesMientras lo veo mohínoPor el hurtado alimentoSaca la escoba mi dueñaPara asustar al barcinoY no vuelva a repetirse.De fiesta y con antifazO será que inteligenteNo quiere que lo conozcanpara invitarse con suerteDe poder desayunarA costa de los afeitesQue me hago por ser viejoY que propician sin miedoUn asalto gaterilA mi rico chocolate.
Dónde estas que del silencio vuelvenLos gritos que lanza mi voz sin escuchar respuestaClamo a tiEn la oscura faena que es mi largo día Buscando asirte en mi insistente nocheSolo miro mis mañanas tristesSolo veo soledad y angustia.Destino seguro desde esta horrible trincheraAl pasar el viento que aúllay descuella pensamientos sin sentidoQue no deberían surgir.En mi latente tu imagen, madrePor qué la vida, por qué la muerte

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