• Abraham Arreola
Abraham Arreola
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 Ya tenía ganas de decirlo. Al principio pareció bien, porque no hace ruido, nadie se da cuenta cuando lo estas usando, es coqueto, discreto y evidentemente se puede llevar a cualquier lado: aparte de un dildo (¡que palabrota!), sólo otra cosa cumple con las descripciones hulísticas: un teclado guango y enrollado (otra característica más). “Buno, podrán notar que twngo difcultads pars redAcyar biwn… tl vez todos los alolecentes esctibam asip poruuqe tienne un teklcado comp el miu.” Ahí el problema: la gente busca a cualquier manera hacer sarcasmo… E incluso, le inventaron un símbolo. No hay símbolo ni signo para el sarcasmo, sólo para un mal chiste. Resulta que decir que las piedras ruedan, es sarcasmo, que la comida apesta, es sarcasmo; un gato muerto después de que le pasaron siete ruedas, sarcasmo; un torero que le ponen los cuernos, sarcasmo. Bah. Como todo, el sarcasmo es subjetivo, cada quien asigna tal valor a una determinada circunstancia. Pero eso de ver a dos ñoños matemáticos haciendo chistes sexistas ante una mujer atractiva, no es sarcasmo; aunque el hecho de que su audiencia sean los típicos gañanes resulta un tanto risible (Já, ja.). Ese doctor hogar, me cae bien, pero no puedo verlo junto a otras personas: como para la mayoría de las personas es sarcasmo todo: cuando saluda no falta quien se ríe por haber entendido claramente la trama. Pues bien, mi subjetivización de lo sarcástico esta elevado: olvidamos a los irónicos, los sangrones (sí, también hay hombres) y en mayor grado, antes del nivel S: los mamones. El sarcasmo tiene estilo, cuando se dice, suele doler, pero por ser un mensaje dicharachero resulta placentero. Y tiene arte, como tocar un órgano de iglesia, se oye bien, pero juntos se oyen mejor: orgasmo. Palabra temida tal vez, pero cargada de valores, y cómo no. Porque aunque ya haya pasado tiempo, lo recuerdas: la relación entre el teclado incómodo de hule y el sarcasmo es indispensable para llevar una vida plena. Postdata. Lo último fue un chascarrillo, eso, por si paso desapercibido el súper sarcasmo que tenía preparado. Caramba, ¡pero sí soy el alma de las fiestas! Esta dicho: hoy si comeré frijoles.
Ya era un maestro cansado, y se había ganado el título aun siendo un licenciado. Su última misión le parecía imposible pero se arriesgó: hacer escribir a los jóvenes que tuvieran letras oprimidas en su alma.  Todo es pasado, porque no deja de ser un recuerdo en el que la risa pasiva pero sarcástica se luce con luces de colores y confeti. Logró hacer buenos momentos, rutinas memorables de cada persona: ya se decían escritores. Reunieron los cuentos, las historias, las muestras de talento futuro. Cinco cuartillas llegaron a sus manos, provenían de manos ansiosas por no dejar de escribir, pero no eran las manos de las que ese maestro esperaba. Por eso, bastó una palmada para simular el asombro que había mostrado tiempo atrás; regresó las cinco cuartillas rayoneadas de felicitaciones, pero no felicitaba a quien él quería. Cinco cuartillas que narraban a alguien de más carácter y edad que aquel maestro, talento o chispa literaria, se guardaron para ser de las elegidas por ser la que causo más polémica en aquel prematuro grupo. Maestro que mira a los alumnos como producto con el que puede alzarse el cuello y decir maldiciones ante el micrófono: libro celeste como resultado, en donde todos los jóvenes escritores estaban presentes. De todos ellos, dos. El primero felicitado por su ensayo, el segundo, olvidado por aquel maestro que le felicitó sus cinco cuartillas: el segundo, concentrado en vender los libros que con gusto había escrito: extendiendo sus manos para entregar el libro y recibir ochenta pesos, extendiendo sus manos para firmar aquellas páginas en donde curiosamente venia su nombre en todos lados. Aquel maestro creyó que dio inicio al gusto por el arte a aquel joven de pelo negro e inquieto. El niño de las cinco cuartillas llevo sus respectivas hojas empastadas para que aquel maestro le dedicara unas palabras… y recibió un memorándum: frases que pueden ser tanto para un doctor, como para un vendedor de libros, pero no para un escritor. Aquel maestro creyó que podía destruir cinco cuartillas tan sólo porque presencio su creación. Desde años atrás, cientos de cuartillas se han creado con historias más fabulosas que esas cinco cuartillas que sólo representan el principio de un hombre enamorado. Hoy, todavía cuartillas nacen de aquellas manos, guiadas por impulsos nerviosos provenientes de un cerebro peculiar y seductor. Aquellas cinco cuartillas no fueron el más grande logro, ni ese libro el más apreciado: ya hay hojas llenas de mejores letras y un libro azul sin dedicatorias hipócritas… libre.
No señores, este no es el blog en el que yo siempre relato cada vivencia mía en primera persona y con un toque humorístico. No señores, yo no odio a mis padres ni me molesta que mis profesores den un sermón cada cátedra. Y no señores, yo no quería tener facebook… ¡Ahí va lo bueno! Es… estúpida vida académica: todo se hace por esa pagina tan famosa en estos días; a mí que rayos, no me interesa saber si la mujer que me gusta me invita una hierba, cuando ni siquiera la ha visto en la realidad y no sabe las consecuencias que dicho pasto tiene; no quiero saber si mi compañero de clase está resentido con la humanidad, si aquel otro muere por ser francés e intenta hablar ruso para impresionar a las mujeres cuando a él le atraen los varones… no me interesa: es que soy muy chismoso. Y seamos honestos: el chisme se disfruta frente a frente: si somos mujeres en cualquier lugar es bueno: si es hombre, para que no digan que somos, en un bar, en la casa de alguien o incluso con mujeres pero eso sí: cervezas, o algo que marque la presencia de un hombre. Así que ya estando en la micheladeria de enfrente, con una caguama cada macho (caramba que lenguaje uso hoy) podemos decir cómo nos fue con nuestra amada, con nuestras fans y con nuestra vieja. Y tambaleando de alegría, con unas cuantas copas encima y la mochila detrás, caminamos en busca del camión; enterados de todo el contexto que nos forma partimos gustosos a realizar nuestros deberes de ebrios escolares: comer un buen plato de arroz con aguacate, una chuleta, un refresco y para cerrar con broche dorado: una tortilla hecha burrito con limón y sal. Pero ahora, ahorita mismo: en vez de sacrificar mi equilibrio (cuidando siempre mis hígados) y mi cordura lingüística, arriesgo mis ojos a una explosión por leer cada mugrosa publicación, y abrir y abrir ventanitas para ver que sigue: no señores, esto no me gusta. A desmenuzar: separar lo importante de lo que no. Cuando desperté, el facebook había muerto… victorioso me levante y alcé mis manos en señal de gloria, ya no tendría ese servicio jamás, mi correo estaría limpio de cada comentario en los que yo no tengo ni vela en el entierro (que cosas). El profesor llamó un alumno y le formulo la siguiente pregunta: “¿Por qué no hiciste la tarea, si les dije a todos?” El alumno con plena seguridad afirmo: “Usted profesor nos dijo que ya no iba a dar clase hoy, por lo que dicha tarea se suspendía hasta la siguiente clase, es decir, pasado mañana”. El profesor rió sublimemente y dio una palmada a su mesa de dos cajones con cerradura plateada: “Les avise a todos en su face”. Pateando botes andaba por el sendero que había de llevarme a mi hogar eterno; mirando al suelo en busca de encontrar una moneda de diez pesos que me alimente porque ese día sólo me quede mirando a mis compañeros comer; esperando el camión con disgusto porque ya no tengo credencial de universitario, debo pagar pasaje completo; ansioso porque no tengo mi reproductor mp3; cansado por usar tenis cuando me acomodan mejor los clásicos zapatos de casquillo. Llegué al final de la acera, levante la mira para acosar a las nubes rosadas por el hermoso atardecer queretano, sentir con mis manos el viento, que aun estando quieto siento en ellas como si fuera a bordo de un auto a gran velocidad, el silencio de la naturaleza siempre opaca al ruido citadino: eso no lo puede tener una página de internet… Pero la tarea sí: ¡mierda!
Inspirado en una canción… una canción mía. Erase una vez que “él niño” nació y con él, la necesidad primordial: amor. Su familia lo quería, digamos que lo necesario para dejarle jugar en el jardín, y pagarle el jardín de niños, permitirle estudiar en la primaria, y por qué no, la secundaria, aunque ya se está tardando y debería ayudar al papá con su trabajo, pero bueno, que entre a la preparatoria, pero que se pague la universidad. En sus juguetes cayó un libro azul claro, azul como el cielo, claro como… ese niño puede encontrar la combinación adecuada para esa palabra (claro…), no perfecta, pero la necesaria para sentir algo… en ese tiempo lo que sentía era que en sus en sus dedos había uñas con mucha mugre por tanto jugar en Tierra. Por tal motivo, él volaba a Marte con su inseparable libro azul, y no regresaba hasta después que su madre, con el hijo menor en brazos, le gritaba por tercera vez para la cena. Nació y creció. Y desarrollo la habilidad de transmitir, a través de la escritura, sus sentimientos hacia el exterior. Pero su educación le obligaba a escribir de amor. Pero. Él jamás tuvo amor, él tuvo que imaginar lo que era "amor"; y al ver a sus compañeros de preparatoria besándose entre sí sin importar el sexo y a su vez importándoles el sexo primordialmente, se entusiasmó bastante. Creyó que eso era el amor que tanta falta le hacía. Entonces las notas en tonos menores se le presentaron, sus amigos le ofrecieron un segundo de alegría de tercera mano a cambio de tres minutos de tristeza de primera calidad; porque la música ayuda, jamás se hace música con la intención de sufrir; no se tiene registrado en la memoria colectiva del ser humano, algún caso de un hombre que sufra por gusto con la música, los que lo hacen no merecen ser contados entre los humanos, por lo tanto, no se tiene registrado en la memoria colectiva… Y así pasó, sus palabras que eran originales en todo aspecto, pasaron a ser imitación fiel de sus canciones tristes, de los insultos que recibía, de las burlas que él mismo se propinaba, hasta llegar a ser un estereotipo viviente del ser galante que es un habitante del estado presente donde el presidente dicta leyes renuentes. Que poco convincente. Entonces su manera de pensar cambio horriblemente. Su definición de amor indefinida, paso a ser un conjunto de letras entre las que escondía el sexo; tanto, que llamarlo “hombre” es demasiado. Sus escritos decían a escondidas mensajes tan abominables hasta para la peor de las bestias; sus lectores, mierda de la mierda, pensaban lo mismo, pero era precisamente lo que a ellos cautivaba tanto. Ellos y él pensaban que el amor es la penetración bien realizada; sólo pocos razonaban que tal definición era en sí asquerosa, pero no podían salir de esa necesidad de amor, de amor ficticio, necesidad de besar a alguien, de estar con alguien para recibir cariño, de estar con alguien para tener seguridad, de tener amigos igual de estúpidos; beber hasta estar ebrio, para simular con el alcohol ese amor falso del que hablan todos esos hombres, hombres falsos. Él se avergonzó de su tierra, porque él viajo, viajo a la ciudad, ciudad de edificios grises, donde la gente gris canta treinta serenatas sin comprender que la música se lleva siempre. Que sin mariachis ni mil quinientos pesos, canto al pie de tu ventana, pá que sepas qué te quiero. La música es más que un falso amor erótico, pero “eso” es el amor que él tanto busca, y como no es un sentimiento puro, dura poco; por lo tanto, él tiene marcado para sí buscar por todas partes aquel sentimiento efímero para formar la palabra amor; pero amor no lleva ese y al sexo le falta la eme, eme de mamá, mamá que nunca tuvo él. Y él se enamoro. De ella. Él no lo sabe, pero ella -aparte de ser fea- es una proyección de sus más profundas heridas sentimentales, de su falta de amor, de su poca personalidad, de su mediocre carácter, de su cobardía, de su escaso futuro. Con razón… con razón es tan fea. Él se enamoró de su desgracia. La besa y acaricia todas las noches, y se pasea por el mundo tangiblemente imaginario presumiendo su vil destino para escuchar o leer como los demás se compadecen de él, para que él diga que está a gusto, sufriendo al decir palabras que no gusta decir. Sonríe al final de cada latigazo. Líder nato. Se perdió entre un mundo de líderes agresivos y decididos, no pudo demostrar su objetivo, no sabe para lo que nació. No comprende que existen sin él, que aquel perro seguirá ladrando al ritmo del mejor son, que no son de Europa, “son cubano”. Y él muere minuto a segundo por saber que su muerte ni siquiera para él tendrá importancia. Entonces, me conoció. No soy malo, tampoco me gusta el mole, prefiero el pozole. Poco entendía. Son rimas absurdas para él. Me hablaba, me preguntaba, me admiraba, me seguía. Diario era un nuevo reto, pero entre cada reto dejaba un poco de su identidad, hasta mimetizarse con la mía; pero la mía es mía, la de él, es mía también, yo no la quiero, yo no la quise; y le dejé el destino otra vez en sus manos, manos negras por tanta mugre que traía dentro de él. Nació, y ahora crece, pero el muy ingenuo quiere reproducirse, se quiere saltar un paso. Entonces. Se volvió a enamorar de ella. Aunque cambio la chica, su desgracia es la misma, su proyecto es decadente y rimar su miseria no lo ayuda con su histeria. Él piensa en grande. Espera que cuando él sea mayor su vida mejorará, ella lo amara, ellos lo envidiarán. Futuro bien pensado, presente desorientado. Él ya está enamorado, pero es ese amor efímero el que le hace buscar desaprobaciones de todas las señoritas que encuentra a su lado para sufrir; eso lo excita, beber lo mata y escribir… escribir era su vocación, no el estar enamorado, pero nunca entendió lo que le dije y enamorarse es lo que hace. Mis palabras fueron tan directas con él que lo traspasaron; él gozo y su pensamiento chorreaba ideales desechos; algo asqueroso pensó él, pero no puede dejarlo, lo necesita. Y con las sobras de mi personalidad y las de otras personas que me rodean se fue creando de nuevo él, esperando renovarse, mejorar, cambiar. Se volvió a hacer de sobras a la sombra de mi majestuosidad. Pero lo que se hace de sobras no es más que basura. Para que sea basura sólo se necesita la unión de lo que ya no sirve más. Él da el ejemplo perfecto: la basura, disfruta siendo llamada así. Basura. Él se perdió entre el amor que nunca le dieron y el afecto ficticio que jamás podrá dar. Quiso que su vida hablara de amor, porque creía que eso era romántico, tierno y dulce; porque creía que las chicas le hablarían por eso, pero las chicas ven en él un ejemplo de hombre fracaso antes de partir a su primera misión. Las chicas son inteligentes; él, en contraste, no existe. Actualmente, él está siendo aplaudido todos los fines del mundo en la plaza de los desesperados ubicada en la colonia de los idiotas en el estado más lamentable que puedan imaginarse. Él, cuya ignorancia es dogmatica. Él, que llora por no poder llorar y que gime con los ojos. Él, ese cretino vulgar, tan importante para dedicarle un texto, un texto en señal de advertencia: mírenlo… así van a acabar todos ustedes. Lo vi, me reí, le dije su importancia en la vida, en mi vida, porque le he dedicado un pensamiento vivo, que es totalmente para él. Pero él se quedó, quedo. "Tome mi gabardina, encendí un habano, recogí mi sombrero, encogió los hombros; le solté al aire la única moneda de mi pantalón, destinada para mi transporte. Prefiero caminar: escuchando el dócil metal envuelto en cuero industrial cantar el acorde final de esa bella canción…" Canción mía.
Oye, quiero hacer un trato contigo. Sabes, es arriesgarse demasiado a estar solo; así que necesito una alianza. Te he estado buscando desde hace tiempo; no podía evitar dejar de pensar en ti; por más confuso que suene… desde niña ya te deseaba. Si me hubieras visto, estarías tan emocionada como yo. Cuando supe que ya estabas cerca, créeme, no cabía de la emoción. Conforme yo iba creciendo, estaba más cerca de conocerte y tener alguien a quien amar. Los novios pueden besar y fingir querer por años; pero tú, serás diferente a ellos, comprenderás lo que es un cariño sincero y yo seré la primera afortunada en recibir tus besos y caricias. Hare todo lo posible por que te sientas cómodo, descuida: nada te hará falta; y si algo escasea, discúlpame con toda tu alma, que siempre daré mi vida con tal de que tú me des una sonrisa, sin importar que esta sea falsa. Me esforzare porque por más de una década, vivamos en armonía. Porque llegará el día en que todo termine, pero ya te tuve y es necesario que te vayas. La gente al ver que estamos juntos, me miraran distinto: me tendrán respeto, bajaran la cabeza cuando hable, pedirán mi opinión en conflictos.Las arrugas deformaran mi cara, pero las canas adornaran mis sienes. MI alma se revestirá con el blanco de mi cabello. La espera de tu llegada, es una parte diminuta comparada con lo que después será tu ausencia. Quiero ir al grano, pero la emoción me invade, te amo tanto que no me importa que tú me dejes en la ruina, podré quererte y perdonarte después de todo. Después de todo, es mi culpa que esas cosas sucedan. Por un tiempo, te lo digo desde ahora, me veras como la mujer más hermosa e inteligente de tu vida… espero atiendas a mi aviso, porque me dolerá ver que soy sustituida por alguien que no es como yo; lo entiendo, es tu destino, pero debes escoger con más cuidado. No quiero ser grotesca, pero ahora estás débil: y yo te protegeré. Pero prométeme que cuando mi cuerpo falle, que como tu ahora este sin fuerzas, cuidaras de mi. Si no cumples la promesa, no importa, aun así te seguiré queriendo… esperando tu llamada, que dirá lo mismo, que también me amas; que me recogerás cuando te den tu casa, que tu esposa también se afana, que mejor entre viejos estoy, que ya perdí el juicio y la razón, que me aparte de tu vida, que yo no tengo corazón. Yo te diré que alguna vez lo tuve, pero te lo di al nacer.
Reflexione… una misma historia se divide en varias partes: partes de diario. Quién lo dijera… ¿qué? Ese joven se inscribió a jugar futbol. Tal vez para ganar popularidad, condición, o condicionar su popularidad a su nivel de juego: es defensa, centro y delantero: pocos goles, pero no tiene miedo de enfrentarse con alguien más grande que él: cierto, le falta practica, pero al menos: juega. Las chicas se acercan para ver quien está jugando, quien patea mejor el balón, quien es más hombre; los profesores, jóvenes aún, miran cuáles serán sus contrincantes: ellos también juegan. Ese joven patea con fuerza y sin practica, falla, acierta… va bien. Entre tantas patadas surge una jugada, una mirada retadora, un portero asustado. Gol. O… tal vez: ¡gol! Aquel joven, le gano a ese joven. Ese joven aceptó su derrota, aquel joven disfrutó de su momento de triunfo, triunfo eterno: lo único que hace en la universidad. Pero eso sí, saben que no es de fiar: aquel joven gana y gana… impone respeto en la chancha de cemento barato pero que casualmente costó cuatrocientos mil pesos. Ese joven, sentado sudando por tanto calor, está esperando jugar, está buscando algún hombre cansado, pero el típico hombre macho no se cansa frente a una dama, y ese joven espera. Uno, dos, tres, cuatro, siete, nueve goles en contra y ese joven ahí está sentado sonriendo ante la indignación de sus compañeros que cansados y frustrados maldicen al árbitro y se echan la culpa unos a otros. Todos jugaron todo el partido completo, cuando nadie podía aguantar físicamente sin después salir ileso. Hasta el orgullo salió lastimado. Aquel joven les ganó y no sonríe, mira con desdén a sus contrarios; excepto a ese joven, porque no es lo que lo mueve principalmente a mover sus pies. Ese joven no admira a aquel joven, pero lo respeta porque su juego es bueno, limpio, pretencioso pero talentoso. Dijeron que quitaran la música disco cuando apenas “That’s the way” (ajá, ajá) había comenzado. Bola de borrachos, dizque van fiestas, pero sólo se embriagan y… ya. Bola de borrachos con talento. Fiesteros: cero por ciento. Bailadores: cero por ciento. Con novia: dato no disponible. Con novia feliz: seguramente cero por ciento. Alcohol: 4 litros por hora... tal vez más: es que son muy hombres. Sin su gran animo ya se habría comenzado la bailata y la cantata desde hacía rato. Aquel joven entre esos se perdía, su liderazgo no existía, sólo su necesidad de tener amigos… amigos que lo dejaron sólo cuando ebrio cantaba, cuando era la risa de una niña quinceañera. Aquel joven quedose solo, acostado en un sofá al ver que nadie lo acepto para bailar una pieza de cumbia (si es que así se llaman), con los ojos entreabiertos, quieto. Aquel joven, dormido, regañado, solo. Sin gloria. Ese joven comprendió porque nunca sonríe, su seriedad refleja cuantas veces ha caído y se ha caído frente a tanta gente, gente que aprovecha la situación para tomar venganza. Venganza extraída de un partido de futbol. Ni mil goles, ni cien trofeos, ni diez amigos parranderos lo harán feliz. Quiso saber lo que era ser un vividor, sin estar listo para ello. Sólo es el chivo expiatorio. Le dio vergüenza leer una novela de magia, quiso demostrar su hombría jugando futbol: se envició en los aplausos temporales, probó el vino, lo rechazó, probó el tequila y se envició. Siempre con la esperanza de ser el chico popular y galán, pero nunca con la meta de ser. Ese joven, estaba sentado tomando un litro de electrolitos; consiente de la música, que aunque hablara de felicidad tenía un ritmo lúgubre, tétrico y risible: todos bailaban y a escondidas lloraban, mujeres resentidas con hombres angustiados, ansiando que en una fiesta se colmen todas sus necesidades psicológicas. Ese joven faltara la próxima vez. Ese joven aun juega de vez en cuando, cuando las convivencias familiares tienen espacio suficiente, aunque puede platicar o irse. Pero aquel joven… Este relato pasará a la historia como una mancha negra más para aquel joven, como una aventura aburrida para ese joven y como un archivo del mes de diciembre el año 2010 para este blog. Y regresarás con la fama de futbolista para jugártelas como vividor, no soportarás otra vez la vergüenza del fracaso continuo; aún no entiendes que ese ritmo de vida no es para ti… pero el futbol: sí.
Tal vez no sea una libreta… pero estar aquí, frente a una hoja ficticia en blanco: inspira. No un poema de amor, de tres cuartillas de extensión. No perros, no tragedia, no comedia. Un pensamiento, sencillo, relajante. ¿Pensar?  Siempre. Siempre que se pueda. Puesto que también sentir es importante. Y que importa, si la torta de otra explota por cosas rotas. Vamos a descansar, pero nunca a dejar de sonreír. Y eso me recuerda a que tengo hambre, no hambre espiritual. Hambre de tacos al pastor, aunque me caigan mal, puedo tolerarlos. Una hamburguesa doble sólo con salsa. La guitarra no me hace falta, menos cuando puedo hacer música de mis propias manos, cuando mi caminar hace un compás que se acopla cuando con compas voy, voy con gente y voy solo. Sólo eso, eso… es genial. Atentamente: el hombre que aspira a un Cervantes, por buena conducta, por locura literaria extrema, por resistir el trasplante ideológico actual y hablar metafóricamente de las metáforas: lo más realista posible. El hombre que disfruta sus vacaciones solo. Sólo eso, eso… es genial. Si cada quien escribe lo que tiene en la masa encefálica: esto esta justificadísimo. Y junto mis manos, en plegaria a Dios. Y de ellas salen ondas sonoras que son interpretadas por sus vibraciones suaves, que le dicen al cerebro después de ser percibidas por el oído: bésame, bésame mucho. Atentamente, el hombre de hacera… hace rato. El tequila será vendido como agua bendita y los chocolates como… ¡chocolates! Los bares están llenos, estarán más. Las universidades quedarán vacías, los novios pasearan por la alameda queretana mientras compran tacos de rata pinta y discos pirata; las casas se encenderán con renos, venados y hombres rojizos rollizos. Desde arriba se aprecia: la alegría pasajera se aproxima, todos fingen sonreír: soportar la música clásica por el hecho de que es navideña. Mi ciudad se ilumina de colores, mi casa se adorna con luces, mi mente siempre ha sido en color… Son vacaciones y mi vicio ha regresado. Eso… eso es lo de menos… lo mejor viene cuando lo genial se vuelve cotidiano.
  Ay... creo que me enamoré... mejor como tunas.   Señores, en breve, en rápido, en donde sea… Ver televisión es un asco. ¡Sí! Y no daré puntos de vista locos: “porque hay violencia, programas de mala calidad o personas que no saben lo que dicen”. Porque lo cierto, es que muchos ni son comunicadores; sólo gente bonita. Antes: qué bueno que sólo se quedó. Así como escuche, de manera personal al vicedirector de la RAE que no había tos. Sólo, está bien. Ahora; esa televisión me ha hecho tanto daño como unos tacos de perro sin sal, con aguacate, huevo y mal humor. Estaba yo; si señores, una narración en primera persona, simple hasta más no dar; estaba yo en el camión escuchando un poco de música instrumental, música clásica, música hip hop y algo de Amanda Miguel; sí, bueno, ahí estaba yo… una carretera oscura, obscura, negra y sin luces: avenida descolorida, llena de líneas intermitentes en el asfalto, puentes de vez en cuanto y el ajetreo común del romance entre los amortiguadores del autobús y los baches. Ahí, en ese camión mágico y con seis pesos menos estaba yo pensando como todos los días. Pero oh cruel destino que me hizo ver televisión. Todo por buscar los defectos que esta misma tenía. Mirad, lector, al hombre que escribe párrafos cortos e insípidos; mi energía la he gastado en soportar un programa que aunque su nombre lo indique, no tiene nada de alegre. Así es, mi sufrimiento es tal, que he dejado de comer… bueno, ya terminé, pero no pienso comer más: eso es gula. En fin. Todo por buscar defectos en la televisión: donde no se está aplicando correctamente el derecho de réplica. ¡Si ya sé que la televisión mexicana da asco! Sí, ¡caramba!, no importa que se repita la palabra: ¡es que en verdad, es horrible!¡Es horrible ver televisión! Toda, ni una cadena, ni otra cadena, ni las permisionadas, un típico “ni-ni”, Ni ninguna otra. Y va de nuevo: ya sé que la televisión incumple de manera cruel con la ley: para que rayos voy a verla: mejor la modifico; mientras, ni me acerco a ella. Porque en ese camión, donde los borrachos se suben y comparten asiento con los universitarios que de manera grosera pagan al chofer, ahí pensaba en una historia: debo hacer una, debí hacer una… Pero la tarea es primero, y primero era ver un programa de televisión que no respetara el derecho de respuesta (réplica). Y ahí comenzó el terror. Mi mente se desactivo, porque al ver tanta burrada, mi cerebro tenía que bloquear la amenaza tan zopenca que provenía de aquellas señales malignas. Te maldigo oh televisión: oh cadenas, productores de ideas repetitivas: el recordar a sus conductoras me da escalofríos: mujeres feas, escotadas, con una voz poco cuidada, con ganas de acostarse con el productor para ganar exclusiva, con ganas de calumniar el acto de “hacer teatro”. Sí, eso ya lo sabemos… pero créanme. En el final, el lúgubre televisor se reía de mí. Mirándome con sus programas de revista matutinos. A carcajadas miraba mi ira contenida, mi mente escondiéndose de tanta ignorancia: si de por sí… Oh cruel destino: prométeme que no volveré a cruzarme con algún programa de televisión que hable de clases y concursos de canto, que los veinticinco lugares jamás atravesaran mi mente, que aquellas mujeres títeres no me llenaran de pesadillas mi sueño de semiótica armonía musical, que no se venga la alegría, que ni se atreva a hacer semejante cosa, que hoy sea un día sin televisión, que el televisor siga siendo de ornato, que Laura no está, que se fue y que ojala nunca vuelva, que aquel aparato ya no se encienda, que oír cantar a changos con traje y corbata los hace gorilas que asimilan el ruido al que nosotros denominamos lenguaje… que por favor, no me encarguen ver más televisión nacional para ver sus defectos. Esto parece fallecer, ya escribo mejor, las tildes ya aparecen donde deben, ya…Ya paso. “Ya cariño, la tele no va a volver por ti…” “Es tan sólo (¡yupi!) una pesadilla… tranquilo corazón, tu amas, tú piensas, tu sueñas, tú tienes voluntad propia para hacer tarugadas, de esas de tamarindo y chile piquín…” “Ya nene, no llores: te prometo que no veremos televisión mexicana nunca más…”¿Ya ves? Esta apagada… sueña niño bonito, raro y loquito: que aunque no te guste la televisión puedes comer y sonríes más que todos los que ven comedia televisiva chilanga típica. Anda y ve a jugar… esto es un sueño… La televisión tiene programas culturales, no… no, no, no pienses en eso.Olvida eso, que nunca pasó. La vida comienza, cuando la televisión se apaga… eso dicen.Sólo sé que… ¿qué? Pinche televisión de mierda. Oh, la RAE me respalda desde anteayer justamente con su nuevo diccionario “Mexicanismos”. ¿Consejo? No hacer esa tarea… ¿Final de este ensayo fúnebre? Ninguno tan genial como este.
Un texto de hace tiempo... y hace frio.  Es la hoja en blanco… Y desde ahora te digo, nel. Yo la amaba, pero ella no quería cantar canciones de juanga; claro a mí nunca me gustaron tampoco, pero bueno, hacia lo que podía para poder ser el alma de todas las celebraciones religiosas. Por ejemplo, recuerdo un cocodrilo; si, era rosa y me ladraba a diario, me daba bastante dolor de estomago cada vez que estaba cerca de la estufa, pues claro, todo concuerda; la estufa con el dolor del rinoceronte. Luego, fuego, juego, estrés, kermes y francesa. No era evidente, porque era un vidente comerciante del mercante que eructaba litros de amor a los clientes que, en su frutería le compraban frutas; sí, también vendía caracoles con zapatos del nueve, pero eso ya es demasiado obvio. Este, pues, estorbando el pensamiento catastrófico de la situación arcaica que ha motivado las fluctuaciones derivadas del procesamiento del análisis sin precedentes que se ha creado en la materia de semejante magnitud como lo es esta que ahora se presenta ante todos los lectores y escuchas que buscan en esto un templo del saber para poder aprender y de paso comer un poco del alma de aquellos que frente a todos muestran toda aquella inteligencia reservada solo para unos cuantos afortunados y dichosos seres consumidores de oxigeno que mientras comen gozan viendo como su alma se rellena con el paso del tiempo de vida verdadera y de lo que muchos humanos han estado buscando durante más de ciento cincuenta mil años… pero que rollo. Pues para empezar ahora si bien el relato, no queda más que comenzar por el inicio que es donde todas las cosas comenzaron.
Un día le dije a alguien que la amaba, sin saber lo que es el amor. Ausencia de inspiración, intento de escritor a sueldo, que exprime cada uno de sus sentimientos y usa los siete pecados capitales como bodegas donde las musas soplan y alientan a continuar. Rimas, versos, palabras. El canon. Aspiración humana. Ahí estoy yo, ahí están ellos; no querramos mimetizarnos con los patos; todos de una u otra manera dentro de todo estamos y si es todo, no es nada. Apenas un libro, apenas un cuento en un libro, apenas una línea o una gran frase. Algo que mantenga la energía del ser ausente unida, para que en un regreso soñado, ese hombre no olvide quien es. Dolor, materia prima de los bastardos; la alegría es de los ingenuos. La crítica es de los perezosos. Pero la pereza se comparte más que el pan en la mesa, porque sola se hizo universal. Con poemas intento quedar en tu mente, oh mujer de cobrizos cabellos traviesos que juegan con mi mente siguiendo el vaivén del viento y revolotear de las rocas. Rimas que acuerdan ser acordes mortales de un mortal enamorado. Canto para que canten conmigo; para que mi ausencia les evite cantar. Canto a conveniencia es canto sin música ni letra. Ensayo, para ser mejor, y criticar peor. Pensar ensayando no sirve de mucho: de todo se toma algo y no se aprende nada. Cobardía de vivir plenamente. Escribo, por ser leído. Vivo por ser vivido. Lógica tan lógica. Tan absurda. Filosofía olvidada. Inicio de aquellos pensamientos complejos que damos por vistos cuando a tientas buscamos la luz. No usamos los ojos y los tenemos puestos. Música, letras, comida, aire… dientes, oídos… no existe el sentido sin aquello que lo pueda captar. El sentido de la vida sin vida está de moda en estos días. Días de hambre espiritual. Hombre que en un reloj encuentras el tiempo y lo pierdes al pensar en penas que apenas se escapan de ti, me apenas porque eres el reflejo claro del que cambio un teclado por un lápiz solo por sentirse escritor. Claro, todo sea por ser. Final. Al que nadie cuestiona por miedo y al que todos contradicen por la misma razón. Final. Sin él no habría inicio, sin ida no habría regreso. Lógica tan Lógica. 
Les contaré que obtuve un material audiovisual, con un valor muy elevado; no se encuentra en cualquier lado y vale la pena que sea compartido… Pero… el internet no es la opción correcta. Día cero: alguien ansia ser el sujeto más famoso de todos los foros en los que se ha suscrito porque así será un gran usuario; cada foro le llamara de una u otra manera, pero ese usuario será tan agradecido, que tendrá la autoestima para poner una gran “firma” en “gif”… en fin, ya trae ganas de sobresalir, porque le duele la conciencia de ser llamado “leecher”. Día uno: yo subo el archivo en un servidor que para mí es cómodo, claro, el internet es comodidad. Digo las especificaciones, digo el peso, digo la página de donde se puede descargar, doy la dirección. No pido comentarios, porque bajarlo es mejor muestra de interés que un “chido carnal, bajando…”. Día dos: alguien busca este material en su “buscador” preferido. Esa persona ha encontrado lo que ha estado buscando, lo baja, lo disfruta, lo comparte y en tristes ocasiones, lo presume. Día tres: el que desde el día cero estaba esperando, encontró algo que no existe en la web. Copia y pega el formato, borra el nombre de quien la subió y se sienta a mirar como su ordenador se llena virtualmente de agradecimientos, mientras su cuarto sigue vacio… sigue igual. Día cuatro: un usuario lleno de ética le reclama que eso solo es un “copy and paste”. El usuario, dueño de el “post” “original” sólo responde que “si esta en internet, es de todos”. Día cinco: maldiciones en los comentarios porque el archivo esta “corrupto”, reclamos una y otra vez ya que no hay respuesta alguna; el ahora “posteador” se enoja y amenaza con “no subir más archivos si no le van a agradecer” olvidando su política “ruda” y “radical”. Día seis: el “post” ya no tiene visitas, el archivo fue borrado de la página donde estaba almacenada; el usurario ya copio, pego, y “posteó” otras cosas y se ha olvidado del “link inválido”. Los últimos comentarios son de “súbelo compa, que no lo encuentro por ningún lado”. Día siete: un usuario curioso, encontró la página original; donde como todo buen “aporte” se sigue manteniendo en “línea”. Baja el archivo, lo disfruta, lo comparte… Día cero: un usuario tiene ganas de comentar algo, hizo un texto breve, creyendo con eso llenar su blog; sin saber que otro usuario borrará con toda la intención el nombre del autor, para en algún foro “subirlo como propio”. No me quejo, pero reconozco el contexto “cibernético”. Como dicen los “uploaders”: "con que me den los créditos, me doy por bien servido". *** Pero aun falta… Semana dos:
  Dicen que vino de Francia… Lo que importa: es que esta en México. Dicen que vino de Cuba. Por eso suena tan bien; pero aquí no se baila. Es la señora, un tanto rolliza por una vida tan plena. Últimamente ha estado triste. Más que recordarla le hacemos una nota policiaca: párrafos cortos, únicamente para expresar una idea. O dos. O tres en este caso… quizá cuatro. Omnipresente en México, tan nacional como los frijoles, pero con menos gases. No es que sea chismoso, pero me dijo un joven que alucinaba con el idioma francés, que ella es parisina. Yo la veo un poco bronceada, o mejor dicho, es morenita; pero ese joven sostiene que esta así porque llego desde hace varios siglos, y desde entonces no hay quien la mueva a la sombrita. Por lo que yo escuche, e intento concluir, vino bailando; arrollando con todo a su paso, de las comparsas paso a la guagua y de ahí al ómnibus, de ahí al bus terminando en los camiones, las peseras, los taxis, las banquetas y en los hogares. Por eso, omnipresente. Tuvo su fama, en las décadas pasadas; ya que primero fue amigo de los niños, esos niños que ahora son nuestros padres, esos padres que ahora no la reconocen aunque muchas veces se apoyaron en ella. Ella, redondita, bonita y simpaticona; yo la imagino roja, rebotando por todos lados, dando el saber a cuanto ignorante se le cruce y le pregunte. Una pista de quien es demasiado; basta decir que ella es la maestra de Beto. Es tanta su inteligencia como la perfección de Nadie; niños, padres, maestros, alumnos, hombres, mujeres, ingenieros, licenciados, doctores, masters, presidentes, gobernadores, alcaldes, victimarios. Todos, victimas del poco conocimiento humano. No es cosa de risa, pero en fin: el chiste es que si la ignorancia es leve, sólo se muestra de ella su silueta, únicamente el cincuenta por ciento de lo que es en realidad; pero si la duda rebuzna, entonces su figura delineada en la forma esférica tradicional entra en escena e ilumina a cuanto ser este presente. Desconozco si en otros lados del territorio mexicano ella sigue teniendo seguidores; pero al menos en estos rumbos ya no se le oye mencionar; sin embargo el que la menciona, tiene un minuto de silencio por recordar algo casi olvidado, casi extinto, a punto de morir. A ella va este escrito. Porque a nuestros padres y un tanto a nuestros abuelos, les dio la respuesta faltante, necesaria y en el momento adecuado. Señora, siga rebotando y gracias por todo el conocimiento que sin cobrar comparte: usted seguirá siendo citada por las siguientes generaciones. Tal vez uno que otro joven de veinticinco años, se sienta tan adulto que la invoca; pero no les haga caso, ellos ya vendrán con quince años más y entonces sí, atiéndales, que su llamado es sincero. Un homenaje dedicado a quien se lo merece, sin hacer tanto alarde; pero sí mucha, pero mucha bola. A la homónima le corresponde este teatrito textual.
Pero, ¿y eso qué es? Es la pregunta más frecuente de un joven que simula conocer todo, excepto el contexto que formó su condición de vida, mucho antes de que él naciera. Preguntando se llega a roma: los abuelos son el mapa de la vida. Corre el año 2004 y el Internet es la mejor manera de compartir correos, con presentaciones que asombran a todos por sus coloridos fondos y sus sorprendentes transiciones de una diapositiva a otra. Hace seis años de eso, y aunque a nosotros nos parezca poco, en México, la conexión a internet es menos popular que las bolsitas de papas sabor a limón. Y qué decir de la velocidad… en fin. En ese año, aparte de ser bisiesto, nació un correo para nostálgicos; en el que favorecía a todas aquellas caricaturas ochenteras (setenteras para su transmisión en su país de origen) y que se reenvía a todos aquellos que se jactan de tener más de veinte años. Entre sus múltiples enunciados, aparece uno, que hasta la actualidad sigue siendo de creencia popular entre los “chavos”. La frase: "tu padre". De manera errónea atribuyen y por consecuencia atribuimos esta frase a una película de ciencia ficción; “Star Wars”, "clásico" del cine y un ejemplo de que las estrellas en ingles resultan ser galaxias en español. Entre aquellas seis películas existe la escena en que el villano rebela ser el padre del bueno. Y suponemos que de ahí viene la frase. No, tal vez para nosotros, y tal vez, por el sentido que le damos a esa frase… el sentido que sentimos cuando asentíamos con la cabeza ante una reprimenda; que con un mítico traje espacial negro nos recordó sin querer al hombre que amenaza con quitarse el cinturón. Viendo películas del cine de oro, escuchando a padres y abuelos, nos percatamos que esa frase existe; sin que esas personas hayan escuchado los nombres más extravagantes –en su época- y las escenas más increíbles –otra vez, en su época-; y a esta saga cinematografía le adjudicamos una frase tan propia del carácter mexicano. No siendo nacionalista y siéndolo firmemente esta frase tiene, como todos sabemos, un sentido doble; no se trata del parentesco, sino de una posición jerárquica; no son guerras de galaxias, son "aquí, mis chicharrones truenan", aunque los chicharrones truenen en todos lados, siempre y cuando estén secos. "Tu padre", una frase de gran valor. Tal vez una seña o una palabra altisonante pueda ser eficaz; pero para usar esta, se necesita tener uno de estos tres aspectos: fuerza, edad y posición social. Dúo de palabras que dichas por quien no es el esposo de nuestra madre suena extraño, molesto hasta para el que es huérfano de amigos, un reto para aquel que es fuerte; porque tener padre es tener alguien que puede controlarte cuando toda la familia ha fallado; el padre con su voz de hombre: voz de “macho de a deveras”; padre que enseña los misterios de la vida “como los hombres”. ¿Quién me lo va a impedir? Tu padre. De aquellos abuelos que peleaban con palabras y el primero que soltara el golpe perdía; de aquellos tiempos en que los músculos solo servían para arar la tierra y cosechar el maíz; entre esas peleas entre padre e hijo, de hombres que no bajaban la cabeza, de ellos eran estas palabras y esta frase en particular; pues como dicen ahora "está bien matona". Porque es una sentencia fatal funesta y fea; si alguien la dice es porque la puede mantener. Podrás decir: “estas chavo”; pero necesitaras tener más equilibrio en los dos pies para decir: “tu padre”. Todo esto en el contexto seguido; si alguien pregunta quién es el que se fue a trabajar, esta frase es tranquilizadora: el empleo en este país sigue pendiendo sobre un hilo… recordemos otra frase famosa “¡deja que llegue tu padre y veras!” Con tantos signos en la redacción, no podía ser para menos… el ejemplo final. Así que ya sabe, aplique esta frase: vera como el inconsciente actúa de inmediato y de inmediato obtendrá una negación y posiblemente un reto; vera que ser padre es literalmente más que un aspecto biológico y que madre… sólo hay una y se respeta.
Pequeña parte, porque no es tan grande. Dicen que se fue para jamás volver, pero el caso es que ha regresado a ese mundo de miseria. Dejo el vicio, ahora solo vuelve para ver las entrañas de aquellos que aun no pueden salir de ahí. Lindo lugar, antes lo atacó, ese lugar a esa persona y después viceversa; bendito relajo. Después de cada canto etílico, regresa para ver que el otro vicio aun esta esperándolo: aguardándolo, para que en algun momento de soledad fatal, de el paso al abismo y comente una que otra estupidez en el muro, muro de la desesperación. Ah como no. Antes un muro separaba a una nación, mostrando la precaria realidad en la que vivimos. Ahora. Ahora un muro separa la realidad de lo virtual, imposibilitando ver la precaria realidad, haciéndonos soñar. Oh, dicen que él tuvo fama de escritor, de un escritor ardido, como muchos otros locos enamorados. Ríome de aquel hombre, puesto que da gracia ver que siempre tras un largo día, escribía algo totalmente distinto al día anterior, contradiciéndose en ocasiones. Dicen que se enamoró de una linda chica, dicen que él no soporto más que darle mensajes binarios: que el teclado le servía de escudo. Dicen que en ese triste muro publicaba su muerte. Y murió. Pero dicen que su fantasma de vez en cuando regresa a aquel muro; muro de la vergüenza, muro que no es de él, es de la constructora que con trampas y sin ellas, se hará de todo lo que en ese muro se llegue a pegar. Dicen que intenta rayar su pedacito de pared, pero su alma es real, su cuerpo no. Aquel muro esta tan lejano, como la tierra a lo desconocido. Gran analogía, simple, pero cierta. Vaya de aquel que sufrió, descanse en paz aquel, aquel hombre. Ya no hay más publicaciones, ya no hay vida virtual, ni siquiera real. Nadie ha jugado una broma: él, ese enamorado, de lo imaginario: está muerto. Muy muerto.
De a según, esto es sólo un esbozo de lo que si será. Como dijesen los que lo dijesen: la meta de la vida es llevarla al más allá.Hola joven, siente ahí por favor. Dice usted que me conoce, que me admira y sigue al pie la letra todas mis palabras. Ya no hace falta que lo siga diciendo… me alegra ver tu independencia a pesar de que siempre me has seguido; por eso, para ti va este regalo… Desde los doce años sabía cómo funcionaba el mundo; pude ser famoso, poderoso, influyente y rico, pero con tanto conocimiento sólo era un intelectual más.Aspiré a la sabiduría plena, que si bien no se alcanza tan fácilmente: el camino que conduce a ella es maravilloso; ya sé, fui famoso, poderoso, influyente y rico; pero eso no importa… porque fui feliz. Así que, te dejo un último consejo: la inteligencia no lo es todo, no intentes conocer todo el mundo… Primero, conócete a ti mismo. Muero, muero primero que mi esposa, por favor, llévame a su cama. Para cantarle mi última serenata.
 ¿Qué puede ser secreto en estos días? Oye, tengo algo que contarte, pero por favor no le digas a nadie; sabes que las personas normales no toleran a gente como yo, que mis gustos son objeto de burla, no me gustaría estar muerto en vida; quiero vivir, y ya no quiero ser señalado, odio que la gente siempre este criticándome tan sólo por ser diferente a ellos; espera, parece que hay viene alguien, si nos ve juntos podría señalarnos e inmediatamente vendrían decenas de personas a agredirnos; parece que se fue por otro lado; bueno, es mejor irnos, aquí en la calle nadie debe saber mi secreto, pero te lo diré antes que el día comience y la gente se apretuje en la fila donde cada persona nos dará un balazo en la cabeza: yo, soy… heterosexual; así como lo oyes, me gustan las mujeres o mejor dicho… me gustas tú, y te lo he querido decir desde hace tiempo; ¡espera¡, parece que viene una lesbiana con una roca en sus manos, parece que ya nos ha visto; ¡vámonos antes que llame a toda la comunidad gay y nos maten! Sólo por ser diferentes… solo por amarnos sin ser del mismo sexo.
El ruidote hecho de ruiditos. Lo más interesante es el ambiente matutino en la avenida de La Piedra, en la calle de satélite; nueve de la mañana, las madres están frente al jardín de niños, los niños de la primaria están entrando apenas, las tortas filos aun no abren, solo camiones existen en el lugar; aunque la zona ya es un poco riesgosa, a esa hora todos los pandilleros salen a trabajar para comprarse, como si fuera un niño, un arma, un explosivo, bebidas alcohólicas; así que la gente no insulta, es de día y debe estar callada. Las pláticas son a voz baja, porque hay que enfriar los tamales; las cremerías están satisfechas, y no es necesario gritar ni empujar para ser atendido, al fin y al cabo, hay todo un día por delante. Solo los pasos de gente que tiene presencia se hacen escuchar en el asfalto, porque hasta eso, las banquetas únicamente sirven para llevar mandado.
  También... de hace ratones. La fiesta es de lo mejor, el ambiente inolvidable. Todos en ese día están festejando, con amigos, familia etc.; todos esperan la rosca. En la mañana las tiendas están al tope: bastante gente esperando al panadero terminar una rosca mas; faltan más de veinte roscas por hacer… faltan diecinueve roscas… dieciocho… poco a poco la gente se va disipando; se alcanza a ver mucha gente con un paquete en mano, con modestia caminan, miran alrededor, nadie los nota, si vienen en familia fingen no prestar atención al paquete colorido de aroma seductor, caminan con cautela, toman un camión o suben al auto… Mediodía. La gente se reúne, todos saben el porqué de la reunión; algunos saldrán de ahí con algo más que una sonrisa. Es tradicional que la rosca se haga en la tarde, acompañada de un buen chocolate prefabricado. Los responsables se alegran al ver que el fruto de su dedicación ha dado frutos: reunidos a la mesa, con risas y muestras de afecto. El chocolate, es tan caliente que obliga a las personas a conversar mientras se enfría un poquito; claro, no tan frio, de ser frio mejor un helado; tibio es mejor, que suavice los labios, los haga más conversadores, que no limite su expresión; es necesario que el vapor se haga notar. La rosca está en la mesa. Todos la miran, nadie se atreve; las manos se impacientan, el inconsciente se da a notar cuando estas se acercan a la mesa de manera sigilosa o se agitan precipitadamente escondiéndose en la plática; los cuerpos de los presentes dirigen su centro hacia un mismo objetivo… viene lo bueno. La música; primero lo moderno, para animar la fiesta; después la de antaño, para que vean que en esa fiesta todos han vivido lo suficiente como para apreciar el canto de Vicente Fernández (en sus inicios), José José… pero cuando la rosca está presente la música solo es ambiente, es un segundo o tercer plano, si le va bien; incluso su volumen es menor o se pierde ante los comentarios sobre años anteriores en los que un tal monito hizo de las suyas. Roscologia. Analizan el pan como si lo conocieran a la perfección, los más descarados tocan el pan sintiendo las vibraciones que el viento empujado por la exhalación del habla de las personas ha provocado… llega el anfitrión, retador indica que es hora de tomar cada quien su parte ¡pus ya! ¡comiéncenle que se va a enfriar y esa con el microondas no sirve! Ahí está el primer valiente; tal vez tomo algo más que el pan… nada, de nuevo la alegría domina el ambiente: ¡no manches!, ¡siempre te salvas! Pero viene el primer desafortunado, si se muere nadie lo nota; saca monito, nadie lo festeja, nadie lo quiere; sigue otro que también saca monito ¡dos seguidos!, ¡yo no quiero!, ¿pues donde lo compraste?... es comer sin la certeza de lo que vendrá después; es más seguro comer otra cosa, pero sin rosca el seis de enero no tiene sentido. Sacar el monito al tomar una parte de rosca, es lo peor que puede pasar; es una responsabilidad en medio de tanta fiesta. Tamales, elotes, pozole, tostadas, cerveza o tacos, es un deber invitar algo si se ha sacado el monito. Al principio el sujeto que sujeta el monito muestra su jeta triste; será el encargado de organizar la próxima reunión… por más de medio mes estará planeando la tamaliza; no faltara quien lo apoye con las hojas o la mano de obra, la solidaridad es cosa obligatoria en una fiesta de ese tipo ¿de qué tipo? de tipo tradicional, sin excluir que el dos de febrero es la presentación del niño Jesús, es más destacable que en tal fiesta no hay nada religioso, tal vez una imagen, pero se resalta mas la convivencia de familia y amigos que una reunión meramente católica. Los tiempos cambian, es hora de cambiar nosotros también. Sacar monito quizá sea una pena pero ahora, a diferencia de otros tiempos, no es obligatorio hacer fiesta; uno puede sacar hasta cincuenta monitos sin que esto haga forzosa la tamaliza; es hora de comer rosca sin compromiso, al fin, no "estamos para pagar los gastos a otras personas", "seriamos malos anfitriones", "las fiestas no son lo nuestro" y sobre todo "nadie puede decidir sobre nuestra vida".
¿Qué festejamos hoy quince de septiembre del 2011? Vaya campañas lindas y espesas. Erase que una persona aprendió a criticar e hizo la pregunta del inicio… entonces, un comerciante vio dinero ahí desperdiciado: así nació la campaña contra los festejos, nada que festejar, más o menos así va su lema. Y es normal que conforme las temporadas se hagan las cosas. Viéndose excluidos los ensayistas, ensayaron sobre sus mesas críticas a la critica… casi, casi, como esta, pero menos canija. El método de criticar la crítica, para hacer nueva critica, está demasiado trillado actualmente. Y es normal que conforme las temporadas se hagan las cosas; criticar a la rosca de reyes en septiembre no es muy redituable en estos momentos; y criticar a los que critican por temporadas no mejora la situación. Y sería una exageración criticar la crítica de la crítica que critica la citada crítica que todos critican después de crítica situación en tan crítico estado del país donde no hay más que críticas al gobierno: porque el vicio es criticar al vicio mismo mientras se envician en la crítica del vicio. ¿Pero que paso en realidad el quince? El quince, la señorita festejo bailando un vals. En otros quince alguien salió del hospital. Rudolfeto se llama, no es la señorita, claro que no, es un señor padre de familia que desea convivir con sus hijos. Rudolfeto encendió la televisión el catorce: en Querétaro habría pachanga, buen ambiente y pirotecnia; sus hijos se merecían tal cosa. Rudolfeto salió a trabajar el catorce y se encontró con un platicador profesionista. Aquel hombre de traje le dijo que el bicentenario es una farsa, que con la condición actual deberíamos de llorar todos al mismo tiempo, que ya es hora de actuar. Rudolfeto le pregunto si tenía esposa, si tenía madre, si tenía hijos, si sabia usar la pala o el pico, si hacia las cosas o pagaba para que las hicieran, si con sandalias y playera se sentía igual que con traje de alquiler… Aquel hombre no tenía nada de eso, por lo mismo no tenía nada que festejar. Aquel hombre vio en esta parte, una propaganda, una trampa. Un ataque a su persona, a su libertad de expresar sus ideas de anti festejo nacional. Aquel hombre odiaba estar solo e ideó campañas publicitarias, creyendo liberar a la gente, cuando en realidad le estaba quitando un buen día de descanso. Y Rudolfeto viendo como aquel hombre señalaba al autor, dijo algo más o menos así: qué importa que México tenga doscientos, mil o un millón de años. Rudolfeto no iba al Centro Histórico a festejar a su bandera; iba a pasar un tiempo con su familia, agradeciendo esos dos días de flojera conquistadora; sus hijos llegarían cansados a casa, Rudolfeto dará el beso de buenas noches a su mujer, Rudolfeto gastará el quince en su vida… y de manera indirecta pero eficaz en México. Aquel hombre cree que el mexicano es fanático de su patria; si eso fuera cierto, otra seria la situación, evidentemente; pero es normal que alguien grite que la fiesta es un asco cuando nadie lo ha invitado a ella. Rudolfeto grita viva México desde el camión que va hacia su casa: el gritador oficial piensa que la gente lo espera hasta la noche sólo porque es el gobernador, cuando la gente tiene muchos motivos más por los cuales quedarse o irse, que sólo por un ególatra individuo gritón; Rudolfeto regresó temprano, porque para darle el beso a su mujer debían regresar sanos y salvos, regresar temprano, antes que los ladrones salgan a trabajar. Rudolfeto no es tonto, sabe lo que tiene su país, y no lo festeja: festeja su vida, disfruta del puente más largo en lo que va del año. Nada más.
Ora sí, ya me estaba tardando Después de un pequeño rato sin escribir… las historias se acumulan, atrofian nuestra imaginación si no las dejamos fluir entre letras y música con tonos menores. Que risible suena todo esto, pero es cierto. Para ustedes o para mí, para todos, a todos, por todos… nos hace bien. No tengo idea que, pero de que hace bien, lo hace. En un pedacito del cine, estaba sentado. En un pedacito de donde estaba sentado, estaba un refresco, unos nachos y mantequilla, al menos eso dijeron cuando me vendieron dicho producto amarillento y espeso. Mejor cambio de canción, esta me anima a cantar, es de noche y no se vale. Recordé que, me dieron un número gratuito de literatura; de esa que exponen, de esa que se imprime en papel no cotidiano, de esa que no entiendo más que las maldiciones; de una que leí tres veces la palabra “puta”, pero no sentí que dicha palabra recayera sobre algo o alguien; tres veces la palabra, y sólo me hizo pensar que la literatura moderna, no tiene porque ser vulgar… y que la “puta” tiene todo el derecho de estar en una verdadera obra literaria, sin esto sea vulgar. Apenas llevo dos, pero mejor debo una más; ya he quedado saciado: no a todos les sale el truquito de ser muy coloquiales y muy literarios. Es en ese pedacito que vi una linda película: zombis, muertos, mutantes... Las historias se acumulan y salen alocadas ante el primer estimulo posible; no importaba si la chica mataba a un perro mutante que abría su cabeza para comérsela con las tripas en vez de dientes, yo pensaba en un perro más mutante pero que era inmortal, que era invencible pero que a veces era humano… Que mientras los balazos llegaban, mi cerebro me daba personajes por docena, y aventuras por toneladas… El cine no es lo mismo si dejas de ver televisión. El cine no me es familiar como antes, el cine puede espantarme, porque no le prestó toda mi atención, porque me distraigo en mi imaginación y cuando respiro para tomar un trago de soda podrida, el monstruo esta en pantalla. Así veo al cine. De aquella película, que ya es la cuarta entrega de su saga, me quedo con la banda sonora; porque cerrando los ojos en los diálogos y abriéndolos cuando los monstruos aparecían, se me fueron las dos horas, a pesar que estaban junto a mí, muy entretenidas. Y así como las vi marcharse, tan contentas, dudo que regresen. Así que por ahora me siento desahogado… no porque sea un gran autor, de esos que en una “sentada” hace novelas, trilogías o sagas de magia. Apenas y una cuartilla: serán más, en otra parte, parte de diario.
 Los "no festejos navideños" son otra manera de celebrar… ¿Este "no festejo navideño" es reciente? No, ya tiene sus siglos. Podríamos creer que la celebración de la navidad está basado desde el nacimiento de Cristo, allá por el año uno; pero antes de este suceso: ¿en la india que se festejaba? Por eso que me referiré específicamente a aquellas personas, únicas en su cuadra que no festejan con "luces rojas, nacimientos o santas". Los motivos de "no festejar la navidad" se refieren más allá de los aspectos económico y religioso… ¿Cuál puede ser un motivo para no festejar la navidad? En la mayoría de los casos -que yo conozco del ahora famoso "no festejo navideño"- son por una estrecha relación familiar; si la navidad es para reunir a la familia, pero la familia ya está reunida ¡Que se va a festejar? Le pregunté a una señora ¿por qué no festeja la navidad?... su respuesta no ilumino mi existencia, tampoco resolvió el misterio de la vida, menos aun solucionó la pobreza mundial; solo dijo: "y como… ¿para qué?". Cuando por televisión preguntan a las personas: ¿qué les gusta de la navidad? es normal encontrar comentarios como "es que la navidad tiene un no sé qué", o "es que en esas fechas los sentimientos se afloran"; respuestas clásicas, como "en septiembre me siento más mexicano". No damos un verdadero valor a la navidad… aun así la festejamos; no es malo festejarla, empero es necesario saber porqué se va a festejar. ¿Porqué algunas personas no festejan la navidad?, ¿qué festejan?, ¿no festejan nada?... no festejan la navidad porque, en su caso, carece de significado; festejan lo que sea oportuno festejar (es un concepto muy amplio -si, ya me dio miedo-), una boda, el primer paso del perro del vecino, el primer cabello en la sopa hecha por la esposa (la sopa, no el cabello), etc.; simplemente no festejan la navidad (creo, creo que ya me emocione con la palabra "no"). Todos festejamos, evidentemente no lo mismo. Una fiesta de cumpleaños el veinticinco de diciembre no es una fiesta de navidad; entonces, ¿qué es una fiesta de navidad?; llegamos a confundir este tipo de fiestas, no existe una "Fiesta Navideña" como tal. Cada quien le da sentido a la navidad; sin embargo, muchos lo hacen porque sienten la obligación de identificarse con una fiesta en la que –curiosamente- muchos sienten obligación de identificarse… si cada quien le da sentido a la navidad, no nos debe extrañar alguien que le asigne el valor nulo a semejante festejo. Este antifestejo navideño no es un movimiento de rebelión contra la mercadotecnia y sus "¡mensajes subliminales! (¡qué miedo!)", ni contra los grandes monopolios, menos aun contra la hipocresía de la cual todos somos usuarios; es una manera diferente de pasar las vacaciones de diciembre.
"Había una vez... que hacia mucho tiempo que ya lo había escrito" Los niños siempre dicen la verdad, porque la verdad se revela solo a ellos. Nadie espera nada de los niños; adultos haciendo cualquier cosa frente a ellos, sabiendo que la falta de información de los niños es igual a la incomprensión, pero no al olvido. Experiencia propia. Es frecuente hablar mal de la iglesia, como si fuera una corriente musical solamente para personas populares; la critica -constructiva- es buena, claro, siempre que se conozca de lo que se esta hablando. En todo tema malo viene incluido la religión, pero se generaliza mal, no toda religión es católica. Individuos alegando ser ateos, mientras profesan otra religión, para ellos el ser ateos es no pertenecer al catolicismo. Para hablar de la iglesia católica es necesario conocer del tema. No soy teólogo ni filósofo, sin embargo soy un miembro activo desde hace mas de diez años; pero evito hablar de ceremonias y rituales, además de interpretaciones bíblicas; prefiero escribir del antes contra el después, de sus integrantes, la razón por la que están ahí, las acciones de los integrantes con sus respectivas consecuencias, junto con una breve conclusión. Todo esto apoyándome de algunos textos. Al escribir templo, iglesia, parroquia; me refiero a un espacio limitado donde: esta una estructura arquitectónica con una cruz en lo mas alto, se usa con fines específicamente religiosos, va la gente a rezar, un sujeto con túnica reside, su demarcación abarca una o varias colonias. En este caso me refiero a una colonia en específico, en donde vivo; decidí escribirlo para evitar confusión. Me gustaría recorrer el mundo entero, de esta manera podría generalizar, por todas las muestras tomadas en diversas partes del globo terráqueo; solo conozco un templo, pero lo conozco bien, con eso basta. Se podría considerar a la religión como un grupo primario o secundario, todo depende de la situación, seria primaria al momento de nacer, uno esta dentro de ella, por lo que se aceptan las reglas; la secundaria podría ser cuando la persona pasa de una religión a otra. A pesar de esto, es fundamental para la sociedad, sean o no practicantes de alguna religión, es algo distintivo. Cumple un rol importante. Tan solo el hecho de ser ateo es decir, no practicar ninguna religión, es pertenecer a otra religión. Antes y después. La parroquia ha perdido significado para los asistentes. Hace aproximadamente diez años, las personas sí conocían a sus integrantes, el pueblo en general cooperaba sin dudar ya que conocía las causas; trataban día con día mejorar a la parroquia, animaban a otras personas, trabajaban día y noche; fueron capaces de comprar un terreno para la iglesia, arreglarlo y construir ahí el templo. Los dirigentes hacían cursos, lograban reunir a toda la colonia, cada curso era interesante, además eran gratuitos, las personas se informaban acerca de la parroquia y sus actividades, sobraba hacer propaganda. Poco a poco fue llegando gente con una mentalidad distinta; tomaron lo que no les pertenecía, corrieron a las personas que literalmente formaron a la parroquia, quedándose ellos con el crédito. El ser político frustrado en una iglesia es algo tétrico pero peligroso. Cuando revolvieron iglesia con política, todo se vino abajo, porque revolvieron mal. El tiempo pasó, aquellos voluntarios productivos habían dejado de serlo; sus hijos aun conservaban la idea de ayudar en la parroquia para hacerla mejor, pero su convivencia con otras personas, ajenas a la colonia, produjo una nueva idea sobre la iglesia: la parroquia es un negocio. Los asistentes son cada vez menos; hace diez años en una misa dominical ordinaria la gente llegaba hasta la carretera, por tan concurrida que era; ahora cuando hay misa especial apenas y se llena el templo. Se cansan de hacer propaganda, de invitar a las personas, de llamarles la atención… solo la ahuyentan más. Ahora, los asistentes a las celebraciones son personas deseosas de ver, como un hombre con atuendos extraño habla y habla sin parar; para ellos es divertido, aunque a veces aburre; pero como lo han estado haciendo toda su vida, una hora desperdiciada cada semana no tiene importancia. El modo de pensar se ha vuelto más individualista, evitan ayudarse unos con otros. Es cierto los intereses particulares son primero, sin embargo también es importante la convivencia con las demás personas. La misa era el pretexto perfecto para estar en familia, conversar con amigos, salir de paseo, ver a la novia; después de diez años la intención con la que se asiste a misa es diferente, por ejemplo la mayoría son obligados, provocando una mala concepción de iglesia, entre otras por el estilo. Posibles causas. Hace diez años, los negocios particulares rodeaban la iglesia, la gente se sentaba a las afueras del templo para comer, beber y jugar, todo en familia. Los negocios aportaban un donativo en agradecimiento por dejarlos establecerse a las afueras del templo; los nuevos integrantes vieron en esto una pérdida de dinero, realizaron tarifas, nadie podía establecer algún puesto sin permiso, tenían que pagar. Pasados cinco años todo cambió, gente con ganas de hacer dinero fácil uniéndose a la iglesia aumentaban, creyendo ser políticos, usaron el dinero como fin. Corrieron a todo negocio que no quisiera cooperar, ya que pagaban una tarifa alta; entonces los integrantes pusieron negocios por parte de la iglesia misma. Pero ahí no paro el asunto, los negocios de comida no eran suficientes: juegos inflables, venta de vino y hostias, discos compactos, videos de las celebraciones, películas bíblicas, periódicos, revistas, hasta macetas. Los asistentes eran acosados al salir de misa; monjas, sacerdotes, marihuanos, enfermos, casados, jóvenes, niños huérfanos, cantantes, estaban afuera vendiendo algo; observar como la gente evita a todos y cada uno de los vendedores: es un espectáculo. Aquello dejo de ser un templo con espíritu pueblerino, para convertirse en una extensión del mercado local. Los retiros espirituales y las procesiones, tienen patrocinadores; en las pausas de los rezos se escucha alguna propaganda, incluso los mismos dirigentes suelen hacer promoción. En esos eventos se observa bastante gente, pero la mitad son vendedores. Se están actualizando, por eso usan la mercadotecnia, para extender su fe comercial a todos los rincones de su territorio. Hay producto, tiene que haber alguien interesado en consumir. No se debe olvidar un precio competitivo. Las personas de los negocios, aumentaron precios a todo. Una gelatina afuera del templo cuesta $12, un guajolote $18, las hostias $15, un plato de menudo $40, los refrescos $10 entre otros precios elevados; sus ventas a duras penas se mantenían, entonces se comenzó a pedir apoyo al templo. Sus precios son inversamente proporcional a la calidad ofrecida; pésimos vendedores, los alimentos enferman a las personas, casi todos están adulterados; las plantas no tienen raíz, los juegos infantiles carecen de seguridad, la ropa suele estar acompañada de alguna infección, etc. Las personas suelen preocuparse por insignificancias. El dinero ha superado obviamente a la iglesia, es incluso mas importante que los hijos; el dinero es lo mas importante en la vida de las personas (Ídem), aunque no este preparada para administrarlo. Les gusta vivir a crédito, lo niegan con palabras, pero con su modo de vida lo aceptan. Lo peor fue meterse en problemas ajenos, sujetos solteros dando consejos a los casados, sobre como educar a los hijos; antes se exhortaba al pueblo, de manera general, ya que un sacerdote por más preparado que esté, no sabe de hijos ni de esposa, mucho menos de suegra; por eso lo evitaban. Ahora es diferente, hablan por hablar, gritan sin razón, se creen divinos aunque no son sacerdotes siquiera. Aconsejar a una persona sin saber, es algo reprobable, mas si el individuo nunca pidió consejo alguno. Las consecuencias. Así no dan ganas de asistir. La ausencia de personas, mas la necesidad de hacer negocio, los hace realizar actos contradictorios, de esta manera pierden credibilidad. Las dudas de las personas acerca de la religión que profesan, quedan sin responder, en vez de contestar dejan más preguntas. Eso los lleva a otras religiones, en donde sí prestan atención a sus afiliados. Los comentarios sin fundamento no se hacen esperar, centenares de personas en la localidad ve a la iglesia como un gran monopolio, un buen negocio; asisten por tradición, además el cine esta cerrado en las mañanas y el fútbol termina por la tarde. ¡Si le sobra una hora, gástela en una misa! Ya no es un templo, es una casa más en la colonia. Era bueno pasar por ahí y entrar, pero ahora existen más paredes de lo normal. La hospitalidad se ha perdido: gestos, maldiciones, agresiones, son algo cotidiano. Esta prohibida la entrada, solo se entra en horarios de misa, por eso la asistencia disminuye; mejor se van al templo de la colonia siguiente, es un templo nuevo, donde la gente convive de verdad, el templo también es católico, pero el hecho de llevar apenas siete años de vida, lo hace novedoso y atractivo; será triste pensar sobre el futuro de ese templo, después de veinticinco años de existencia llegaran los verdaderos problemas; la gente se expande como plaga, los que destruyeron un templo destruirán otro, tal vez su descendencia tome su ejemplo; pero eso no importa ahora, es historia de ellos. Un poco de egoísmo no esta mal. Conclusiones Cuando paseo dentro de los demás templos en Querétaro, me doy cuenta de que entre más años tenga la iglesia, más corrupta estará; por obvias razones las personas que por ahí vivan hablaran mal de ella. Un buen ejemplo de iglesia, son las de pueblo, demuestran con actos convincentes el porque deben seguir asistiendo a las celebraciones. Explican sus signos, símbolos, ritos, dejando atrás a la tradición, atrayendo a las personas de una manera consciente. Alegar sin razón se esta poniendo de moda, la televisión es nuestro ejemplo: Mientras usted disfruta su novela, nosotros disfrutamos su dinero. Exagerar las cosas es divertido, quedarse callado es aun más divertido. Los ritos y símbolos no son cosa mía, no los conozco a la perfección; pero conozco a las personas. Un niño entra en todos lados, escucha tantas cosas, cabe recordar su buena memoria; solo escribo lo que durante diez años he visto, sumando mi opinión. De manera general esta es la historia de un templo católico mas, de cómo ciertos integrantes la destruyeron, criticando luego sus actos como si fueren otras personas; haciendo de la iglesia una empresa "a punto de quebrar".
No es que dos títulos suenen mejor; sólo que el primero que es el original… está bastante chafa. Y el segundo… pues es descriptivo nada más. Sinceramente hubiera preferido escribir sobre un trozo de papel, pero el sólo imaginar transcribir del papel a la computadora me convence de la decisión tomada. Aun tengo dudas, bastantes; me imagino que… no tengo idea. Tantos problemas, económicos, sociales, ecológicos; y para cada uno, un superhéroe estadounidense. Todas las historias bonitas, de acción, terror, ocurre en los Estados Unidos. El párrafo anterior es una breve protesta pueril, nada más. Un par de enamorados; uno rico y la otra pobre. El se llama “X” (equis) y ella obviamente “Y” (lle o ye, suenan igual); cuando digo que son enamorados, no me refiero entre ellos. Y no tiene un inicio fijo; con la pobre jamás se interesaron en su historia pasada; vive sola en un pequeño cuartito, rentado por si acaso algo faltaba. Es más que predecible: trabaja en el lugar donde conoce a su media naranja; otro rico, disque amigo del X también le hecha los perros a Y: le promete amor eterno. Algo que se ha visto una pila de veces en guionistas -directores y productores- altamente preparados (he llegado a pensar si eso es un requisito para la titulación): “Y” tiene un noviazgo fugaz con X, para después irse con el amigo, o mejor aun con el enemigo; el enemigo se llamara… “G” por gacho. Después de sus pequeñas travesuras con los dos, se da cuenta que M (se le cambia el nombre debido a un punto no mencionado, aunque importantísimo; M de malo) no es lo que esperaba, y como un calcetín viejo, lo cambia por X; entonces M amenaza de muerte bajo varias circunstancias y situaciones a la parejita cromosómica, es entonces cuando… Sonó el teléfono indicando un nuevo mensaje de texto, él estaba ahí, sentado tranquilamente en un escalón de cemento. Con calma acudió a la llamada, no le importaba nada, estaba desocupado. Después de recibir la llamada… “Quisiera saber, el porque de las cosas”… ¿En verdad quiero saber tanto? ¿O es una presunción que el ignorante utiliza para pasar por intelectual? Si un joven dice que el cielo es verde, porque es joven no tiene razón; son ideas locas que ya se le pasaran; en cambio si es un hombre de edad adulta, tiene toda la razón, su experiencia lo avala. Según esto, hay un lugar donde concurren los seres humanos más inteligentes de mi entorno; nadie más que lo merezca, puede entrar ahí. Dicen que son, de humor pesado; nadie los soporta, dicen que están con la vida resuelta. Entonces pues… porque rayos sufren de conflictos de personalidad a cada momento, intentan ser como los seres a quienes tanto critican. Soy un joven y no entiendo, eso dicen los mayores de treinta años. Este lugar solo es un escondite en donde la gente cobarde asiste para darse valor, los unos a los otros; su autoestima es efímera, tienen que apoyarse en su guía eterno; sólo buscan complacer meramente placeres sexuales, ponen de pretexto un séptimo arte para pervertirse noche con noche, y lo peor: alegan ser valientes, pero atacan a su padre postizo por la espalda como verdaderos cobardes. Acudí un día a su madriguera, quería practicar el arte que tanto me gusta aparte de escribir; la decepción fue inevitable: las primeras ocasiones se regodeaban de ser autónomos y que según cada quien se rascaba con sus propias garras, me entusiasme, pero después comenzaron con tratamientos psicológicos para todos. Yo no voy a enterarme de los defectos y problemas personales de otra persona, no me interesan ya que no está en mí poder ayudarlos. Ellos dicen que son perfectos mientras a escondidas se obligan a reconocer errores incluso inexistentes. Son sólo personas escondidas a la vida, refugiadas en alguien que si se enfrentó a ella, niños mimados orinando de miedo sus pantalones. Y su compromiso con “el grupo” es paupérrimo, dan asco al ver su desempeño; como todo siempre existen dos o tres de verdad comprometidos; desgraciadamente los parásitos siempre aparecen, esparciendo su mediocridad a todos los demás miembros, engañando incluso al mismo guía, cegándolo por una belleza ficticia pero que esos parásitos aseguran tener. Esos parásitos ocasionan un estancamiento en el proceso de socialización y convivencia de los demás seres, dividiendo al grupo mismo por motivos paranoicos; engañan tan bien, que incluso para evitar que me perjudiquen a mi con uno de sus gérmenes, he decidido antes de algún incidente, salir de su miserable madriguera; para poder proseguir en paz, viviendo mi vida y evitándome la molestia de escuchar cómo niños de 20 años no saben comportarse ante sus padres. Ni ante la vida. Prefiero estar solo. Aunque sea un joven y esto no lo entienda.
Espero lo puedas leer con calma; tal vez pareció que ya no iba a aparecer nada pero… ya sabes, soy raro. En rarezas: la gente goza al decirme de ese modo; tal vez porque ellos se sienten bien siendo normales, normales como millones de personas; pues que bueno. Bueno: ahora viene el tema central, donde podrás escuchar en tu mente lo que vas leyendo; no hay problema, no tengo voz definida hasta que llegues a escucharme, así que puedes darme incluso una voz femenina. Que importa… importa el mensaje. ¿Cuál? Había una vez un lugar donde todos podían comentar; de ahí salieron varios conceptos de los que ahora, miles de años después, seguimos usando. Como introducción estuvo bueno, porque después llego el rey, el hacendado, el jefe, el amigo, la novia, el enamorado… y aquí la comunicación llego a su fin. Claro, desde hace miles de años también. Dicen las citas: la complejidad es el peor enemigo de la comunicación. ¡Pero qué basura!… Porque, ¿acaso esa afirmación, no es también una sentencia, una deducción? Un aforismo, una ley, pero no una posibilidad de debate. Incluso este texto; yo lo escribo porque quiero ser leído; analogía de hablar y ser escuchado. Analogía de hablar sin que la réplica (comentario) afecte el orden de tal discurso. Comunicación plena como tal, entonces no existe; irónicamente se puede decir. Erase una vez la metamorfosis. El rey habla, el pueblo obedece. Hasta ahora muchos asienten la cabeza; muchos, no todos, algunos vieron películas infantiles y creen que todos los reyes fueron barítonos barbudos amables y que cuidan al pueblo. Después, el jefe, dejemos ya a los hacendados, esos también estaba como los reyes; el jefe habla, el empleado obedece, claro, puesto que es el jefe, ciertamente; pero el empleado aun teniendo más conocimiento que el jefe, no podrá mejorar la empresa, ya que solo hay comunicación en una sola vía. Hasta ahora muchos, pero no tantos, asienten con la cabeza. Después, la amiga; que es la única que vive las aventuras, que es la única que tiene novio, que es la única que llora y necesita atención psicológica barata; ahora sí, esto es más cercano, ya que desde la primaria hasta en la vida laboral podemos observar este fenómeno fenomenal. El marido, que se queja por su gran trabajo, porque su jefe no le hace caso, aunque él tenga la receta para ahorrarse millones de dólares, que regaña a sus hijos porque no comprenden que él está cansado y no puede sonreír ni ser feliz; que maldice a su esposa por cocinar lo de siempre. La esposa, que regaña a sus hijos porque le han ensuciado el mantel, que sufre porque el esposo huele feo, o huele a perfume, que soporta los ronquidos del marido, que prepara el lonche para los niños y debe llevarlos a diario, que solo ve telenovelas baratas, que lee basura en revistas que sin ser cardiológicas son del corazón, que sufre porque no hay dinero, que siente miedo ante la insinuación del vecino y una cierta provocación ante los piropos de un joven preparatoriano, que llora en las noches porque ante su esposo ya no es atractiva… que sólo tiene a los hijos para desahogarse… El circulo vicioso, como muchos otros, está completo; el niño que no habla, escucha y se ahoga entre todas las vivencias confusas de los que lo rodean, el niño que habla se olvida del oído que le ha prestado la atención, gastando su boca en sandeces; porque aunque sea niño, crecerá y será un jefe, un marido, una esposa. La gente estúpida, perdón que lo escriba, pero si lo es. “Esa gente” que al ver un niño intentando llamar la atención de algún adulto, se burla con gran soltura, sin notar que “esa gente” está también tratando de llamar la atención. Y quizá del mismo adulto. Todos necesitamos ser escuchados: “Partes de diario 4” lo demuestra. Psicólogos dicen que hablar mucho, poco, o nada es normal o característico; porque a los psicólogos les prestan más atención que a un niño con diez años. Los dos merecen la misma atención. Ahora no creo que muchos asientan la cabeza; y si esto fuera oratoria, pocos estarían sentados para escuchar el final, que aun tarda en llegar. El científico que no pudo enmaromarse crea teorías donde el deseo nos domina a todos por igual; haciendo de su fracaso personal una nueva característica humana: el no fracasó, claro que no, sólo que nadie puede ganar porque así es como somos… en la teoría de aquel, a quien le dieron atención y no pudo dirigirla correctamente. Y luego, llega lo que todo el mundo esperaba… el internet. Y no es clase de historia para ver el tipo de “webs”, gracias pero mejor paso, paso de lejos a esas rimbombancias. Tú… sí, tú… ¿cansado de que nadie te escuche? Yo sé que nadie te escucha, si… te he visto cuando hablabas de la chica que te gusta; lo que pasa es que tu amigo tiene discusiones frecuentes con su novia, pero no le hagas caso, es un mal agradecido… porque no mejor… creas una cuenta de correo electrónico, abres Messenger y pones un mensaje personal a diario; algo que diga “yo soy bien machota”, “yo leo filosofía”, “se cosas que no entenderían jamás”, “ellos son lo máximo y yo una bazofia”, “este poema es para conseguir novia”, “soy bien malo y digo groserías”, “miren mi nueva canción”, “yo soy patriota y le atoro a todo lo atorable”, “la tarea de ulcerologia es para el sabadingo”, “cuento un chiste para ser popular en clase”… Esas son solo unas sugerencias; puedes hacer poemas buenos y abaratarlos en… Las redes sociales. Donde todos hablan y nadie escucha. Dicen que son efectivas, porque permite hacer muchas cosas, entre ellas: manifestarse sin tapujos y ser lo que se quiere ser. Entonces pues: si nadie sabe escuchar, ¿qué sentido tiene hablar? Y ya. Claro, por si ahora están pensando en decirle a su amigo sobre este texto para atraer su atención y hablar sin dejar opinar al contrario que este texto critica a todos menos a sí mismo; se han equivocado, porque esta es la tercera vez que autoimplico el blog, cuya función es similar a lo que describo, pero un poquitito más literaria. Los oídos deben ser usados a la par de la lengua. Existe una frase tonta “si lo sientes, no lo aguantes, exprésalo”; bien, pero ¿si nadie le prestó atención, como podrá saber que tiene voz? La comunicación se atrofia en uno mismo; en la negación de los problemas, en la terquedad, en la conducta torpe; donde la persona misma se niega a ser escuchada por el hecho de que el soliloquio es la única herramienta. Si, habla solo… ¿pero quién lo escucha? Si él no lo hace, nadie lo hará. Y por más que se hable a si mismo, jamás será escuchado. Lo demás no es pan comido, pero si algo como: rocas con leche y chocolate…
 Son las dos de la mañana del día sábado veintisiete de marzo: el primer día de vacaciones. Ya no es como el sábado pasado, en el que todos, absolutamente todos estaban "conectados" hasta las tres de la mañana, mínimo… Hay tareas por montón, pero sinceramente, en el primer día, eso no importa. Sobrevivir, vivir, revivir… felices vacaciones ser humano; ser humano, que tanto te empeñas en trabajar con empeño y trabajas por el trabajo que ya desde hace mucho se ha trabajado con el mismo empeño que ahora con tanto empeño te esfuerzas en practicar en tu trabajo. Hombre feliz, y sonriente, porque sabe que las vacaciones son pasajeras… al hombre le gusta sufrir, morir día con día, por el día a día, morir al leer el diario que diariamente cae en el pasto mojado, pasto salvaje.  Pasto, verde y cortante; como el cuchillo, cuando frente al jamón, lo divide en dos con solo mirarlo; pobre jamón, alimento cotidiano, símbolo universal de un buen sándwich o una grandiosa torta; con jamón las preguntas con respecto al lonche son simples palabras huecas; huecas como el hombre, que busca comer jamón, obteniéndolo por trabajar diariamente con empeño. Felices vacaciones; hombre, que cansado de ser llamado el más racional de la esfera mugrienta y azul, buscas convertirte en lo más primitivo posible: no te cuesta mucho y disfrutas bastante. Regresaras, oh hombre. Miraras hacia todos lados, y tu cerebro civilizado te hará seguir las reglas que no quieres seguir porque tú las has diseñado. Entonces con el cerebro en la cabeza, las manos fuera del bolsillo, los ojos hacia el horizonte… escribirás un texto, tan simple como tú, hombre; pero tan complicado como tu naturaleza de trabajar a altas horas de la noche con tanto empeño para que al siguiente día, solo una página más este llena de caracteres que con trabajo el hombre articula diariamente y se empeña en llamarle Lenguaje.
Pobrecita, ella quería volar; tenía tantas, tantas ganas de sentir el cálido aire para que le enfriara sus circuitos; cuando termino de ser armada, vio como un helicóptero paso muy por encima de ella, de ahí sus sueño, su sueño de volar.Tenía ganas de romper esquemas, aunque su "BIOS" le decía que no podía, su "Hardware" era lo suficientemente resistente para compensar su falta de aerodinámica… yo lo vi, y estaba programando un "Software" que le sirviera para idear un plan; me dio risa, porque su "RAM" no era lo suficientemente grande para poder conquistar los cielos, claro a mí los "Gigas" me dan risa porque recuerdo cosas que ni millones de "Teras" pueden almacenar… ¡Shhhh! Está trabajando. Su ventilador produce aire caliente, se escucha como su "Motherboard" cascabelea y su pantalla en ocasiones se vuelve azul. El fin es volar, no importa cuántos "virus" le cueste, una actualización, ¡listo!, como nueva, ¡empecemos de nuevo! Sabía que unos jóvenes últimamente la estaban usando con frecuencia; jóvenes algo alocados y con ganas de volar también, sobre todo de bailar, pero en sus danzas mantenían segundos en el viento; ¡Eureka!, los jóvenes son la solución; mando a la "Papelería de Reciclaje" su programa sobre como volar; planeo otro plan: la música seria la carnada, Mecano, Banda Machos, Banda El Recodo, Banda Toro, Banda Etc.; ahora sí, Laptop se "colgaba" de felicidad, por fin sentiría el placer que los humanos por descuidados han insertado en ella, la pobrecita. Lugar: Universidad Autónoma de Querétaro.Facultad: Información ReservadaFecha: Información Reservada.Hora: Reservada… reservada para las cinco de la tarde aproximadamente ¡Laptop! miraba por su "WEBCAM" a los jóvenes enviciados cada vez más con la música, buena música; el éxtasis aumentaba, poco a poco, poco a poco el volumen bajaba; Laptop sabia, Laptop quería, los jóvenes molestos por el poco ruido elevaron a Laptop en lo más alto que podían; Laptop estaba cerca; el viento entro tranquilamente acompañando con sus silbidos las canciones; el viento excitó a los jóvenes tanto, que un joven se subió a lo más alto para demostrar al mundo su falta de vergüenza, su desinhibición, su pasión por la música que combinada con el viento y el enamoramiento con una mujer lo convertían una maquina de pasos aleatoriamente creativos y… aire… el cielo está más cerca… ya no tanto… arriba, en lo más alto estaba este joven; pero lo más alto no aguanta lo más pesado, y lo más alto se rindió ante un peso aproximado de sesenta y cinco kilos; pero Laptop -que aun no sale del cuento- no es tonta, se puso en diagonal opuesta al joven bailarín; así que en lo que este joven besaba con su trasero el suelo hasta dejar al azulejo sonrojado por tal muestra de amor: ¡Laptop! salió en dirección al techo, no iba a llegar, ¡pero estaba en el aire!; rápidamente uso todo su disco duro en guardar la sensación del instante, su "RAM" se quemaba y su "conexión a internet" buscaba una empatía con los sentimientos de aquel joven que ahora con vergüenza se ríe… pero no pudo… pero Laptop no lloró… Pero: lo intentara de nuevo.
Hola, lector; lo saludo con gusto y será para mí un placer que usted me lea en voz alta… bien leído ¡eh!, tenemos que dejarlos impresionadísimos. Vamos, no se desanime, soy un texto divertido. Le contare unos chistes después, pero primero tiene que hablar más alto, que algunos de sus compañeros están volteando para otros lados, otros se han rascado en alguna parte de su cuerpo, unos esperan que entre mis tripas este una mujer que explique lo que mi hermano mayor ha querido decir en su descripción, otros más sonreirán porque se sienten adjudicados; no tengo la certeza de donde estoy siendo leído, por eso digo esto, si soy leído en muchos lados en voz alta, tendría que estar acompañado por otro texto, y yo solito puedo; por eso he nacido así: porque soy para leer en voz alta, en casi todos lados, no para resolver los misterios que un autor dejo pendientes… no se desanime, no soy un texto común y aburrido, diría que soy un intento de metatexto; ya sabe, todo lo que diga "meta" se refiere al mismo objeto referido; como "metaperro", un perro que se refiere al perro en sí mismo, "metacognición" ahhh… "metatexto", que me refiero a mi mismo o "metameta" que es la referencia que se refiere a la referencia ya referida pero que aun no se refiere a su referencia referenciada… Espero ya esté hablando más alto, recuerde que en esta actividad usted y yo somos equipo; trate de hacer de mi cuerpo un ritmo; no precisamente cantado, pero si con algo de música en sus palabras. Estaba pensando; porque yo, texto, pienso, aunque en voz alta; todo lo que pienso está escrito ya, aquí mismo. Estaba pensando en que cantara usted una canción; una de Francisco Gabilondo Soler, no me importa que no se la sepan algunos, yo soy el texto que tiene que ser leído en voz alta. ¡Ah que bonita practica! ¿A usted no le gusta? ¡A mí me fascina! Naci especialmente para ser leída en voz alta, aunque tal vez este algo tímido porque ya he sonado por primera vez. Tengo algunos problemas de ortografía severos; tal vez, en una transcripción me tendrán que hacer una donación de acentos; o una operación a hoja abierta con lápiz de tinta china y serrucho gramatical; pero estaré bien, de eso estoy seguro. Aunque ni con los parches de Redacción Especializada puedo quitarme mi adicción por el "dequeísmo" y las "y". ¡Vamos! No se desanime, no lea como sus compañeros lo han hecho o lo harán; demuestre que usted sabe platicar con un texto, ¡Yo! "Yo, lector, estoy aburrido por que un texto según mis creencias no debe ser de esta forma" ¡Buuu! Es usted tan tradicional. ¿No lo está pensando? Disculpe entonces, yo creía que sí. Mejor le platicare como nací yo, lea con cuidado; ustedes oyentes, presten atención: escúchenos. Estaba yo en el cerebro de mi autor; al principio tenía autobuses, luego fue un balón atorado en el árbol que se encuentra en "La cancha que esta frente a la cafetería de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro en el municipio de Querétaro del Estado de Querétaro en el país de México del continente América en el planeta Tierra en el Sistema Solar ubicado en la Vía Láctea numero 45232134 interior H-O-L-A"; esto último (H-…) léalo como esta… para los que lo escuchan son solo letras, para usted es un mensaje; de seguro ya lo dijo: vamos no sea tan predecible, haga que del anterior punto y coma al siguiente sea en vano, son regalos para el que me lee, no los desperdicie… entonces, vi la luz, la luz de un foco roto; rompido mejor dicho, no olvide que usted tiene que leer todo lo que yo expreso ¡somos un equipo de pareja de dos!; ya no sea amargado, no piense que yo soy algo sin chiste, no me critique con sus palabras contradictorias, mejor léame en voz alta y mófese de aquellos que presumen escucharlo… después, mi composición estaba casi terminada; yo ya tenía forma, pero faltaba algo. Soy el "Texto sin nombre número seis"; estoy formado por muchas palabras, música electrónica, un código binario y un argumento sencillo. Vamos, no sea tímido: ¡Despierte! ¡Lea con enjundia! ¡Oye! ¡Oigan!, ¡escúchenme!, ¡soy el lector!, ¡todos tienen que prestar atención!, ¡no salir del salón o hacerse los genios!, ¡prohibido hablar con sus compañeros!... perdón por inmiscuirme en sus asuntos, lector, pero si fuera usted desearía que me prestaran aunque sea un poco de atención forzada o fingida; ¡haga valer sus derechos!... ¡cielos!, se me olvida que estoy hecho para ser en voz alta; entonces olvídelo. Fui hecho, como dicen vulgarmente, en "una sentada"; el miércoles a las dos con veintiséis minutos de la mañana; claro esto solo contando plasmar mi cuerpo sin forma en letras redonditas en un documento electrónico; en total fui fabricado en doce horas, o menos. Pues bien, usted lector con sus oyentes ya conocen cómo nací yo; pero tendrán el privilegio de verme morir cuantas veces quieran. Por ejemplo, este párrafo ha sido escrito después del final; ¿no es gracioso?... a mí no me lo parece, pero bueno, tal vez alguno quiera reírse para llamar la atención y simular entender a un texto que habla... ¡Anímese!, ¡que sus escuchas vean que usted tiene talento para la oratoria!, ¡mínimo! para hablar fuerte. Curioso, ya he visto mi muerte, porque la han escrito antes de este párrafo; me gusto mi muerte, es algo extraña, con posibilidad de ser criticada y muy duro. Ya estoy hecho. Todo depende de cómo (usted lector –recuerde que los paréntesis pueden ser o no leídos en voz alta, como un secreto para quien me lee-) sea leído; espero haber sido buen compañero del lector; ¡espero!, ¿poder?, ¡hacerle!, ¿sentir?, ¡bien!, ¡al leerme!... Vamos ahora si con lo bueno: Hola a todos, yo soy "El texto sin nombre número seis", tengo como gusto principal la música electrónica, pues con esas melodías sintéticas he nacido; agradezco al lector por prestarme su voz para darme a conocer; no, no soy una actividad para oratoria, aunque puedo serlo muy bien, pero estoy aquí para contarles una canción con la ayuda de mi gran lector; esta canción es en Do menor con una quinta arriba, a tres voces: soprano, bajo y tenor, con un falsete de diez segundos en cada vocal consonantonga, un pequeño vibrato en las notas yuxtapuestas, recuerde que es Do movible, puede la melodía estar acompañada por cinco pianos -las guitarras si no se tocan bien, mejor para leña-, está hecha originalmente para un tubófono parasicocromatico y unas siete mancuerdas de cloritinio alumbrante… bueno, en ocasiones soy algo exagerado; pero cuando a un texto le dan la misión de ser leído en voz alta ¡qué rayos esperaban! Bien, ya me he expresado, ahora los dejo con mi muerte; será leído con mucho gusto y en voz alta, escuchen bien, espero se hayan divertido: al menos yo, sí; y me divertiré de maravilla todas las veces que sea leído, en voz alta. Yo soy el "Texto sin nombre número seis". Tienen alguna duda, léanme, preferible si es en voz alta; no le pregunten a mi autor, el me dijo que un texto, según su profesora, tiene que ser autosuficiente; si no les parezco lo suficientemente autónomo: entonces olvídenme como lo han hecho con sus sueños de infancia.
Bien seguramente todos… y lo más probable es que… es como si fuera… un camino serpenteado…A los diez años descubrí el abecedario. Chico raro, con más de tres novias, lo normal en un niño; hasta mis diez años eso me había definido, pero ya comenzaba a entender las cosas.Primero veras que viene la "a", después comprenderás el sonido que emitirá… Deje de ser inquieto, y si jugaba trompo usaba el de madera que me regalo mi abuelo o el relleno de plástico que me recomendó mi padre; no jugaba canicas, era dinero invertido, las coleccionaba y las vendía; ¿tener novia?, ¿para qué?, ¿por qué?... mejor disfrutaba del recreo, gozaba de la soledad, conversaba con los amigos.A los once, niño grande de primaria; ya sé porque el maestro me acuso de violación: yo, era el niño consentido de la mujer casada a la que tanto deseaba y por la que fantaseaba después de que ella se marchaba. Solo tres amigos, pero fieles; solo una enamorada, un seis en la boleta…A los doce, comencé a deletrear…
En el transcurso del día, decenas de personas atraviesan un camino que serpentea un poco, en busca de un lugar donde sentirse cómodos; las aulas, a pesar de tener asientos con almohadas, no son agradables, ni siquiera durante los primeros minutos después de haberse sentado; la cafetería, a lo lejos se mira y en la imaginación se olfatea, solo sirve para establecer comunicación con otros seres vivientes, de preferencia humanos. Pero todos buscan, por aquella inmensa universidad, un espacio privado, tranquilo y tranquilizador.Por aquel camino, van y vienen estudiantes con ganas de entrar y esperanzas de salir, de salir temprano; a mitad del camino, surge un pequeño tramo de camino que burlonamente apunta en dirección opuesta a la salida.Es en este camino específico, donde muchos jóvenes acuden a buscar un rato de tranquilidad; como si este lugar fuera una casa de huéspedes a mitad del desierto. Lo que nadie sabe, tal vez por idiotas o algo mejor como… idiotas, es que justo a la mitad de ese camino existe lo que tanto anhelan: un lugar privado, para dos como máximo, pacifico, frio, rodeado de arboles y rocas gigantescas. Ahí está, inmóvil, porque le faltan pies; intacto, porque así como da paz, provee de desesperación; esperando el día en que el director de la facultad tenga un plan para ocupar más espacio verde, para despedirse de aquellos que nunca valoraron ese escondite mágico; llevándose consigo, su misterio y su encanto a la eternidad.
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